Docentes emocionantes = Docentes emocionales

Dice César Bona, (el único docente español que aspiró al Global Teacher Prize de este año, el premio Nobel de los profesores), que “una persona deja de aprender cuando pierde la curiosidad por las cosas que le rodean”, la verdad, no puedo estar más de acuerdo.

Siempre es un drama que una persona decida dejar de aprender, porque eso significa que se conformó con el punto en el que está y pasa (voluntariamente) a una particular ‘vía muerta’… pero el drama y el impacto puede ser mayor cuando quien pierde la curiosidad se dedica a la docencia.

Encontrarse a un grupo de docentes interesados en seguir aprendiendo, seguir avanzando y sobre todo en espolear la curiosidad de sus alumnos y alumnas es todo un lujo. Encontrase que este grupo de docentes forma parte de un mismo equipo toda una fortuna.

En el IES Rodríguez Estrada de San Juan del Puerto, en Huelva, hay un buen puñado de profesionales de la educación empeñados en transformar sus mejores intenciones en acciones, haber tenido la suerte de acompañarlos en su preparación del inicio de curso el viernes pasado fue y es inspirador. Me encantó, fue una mañana muy productiva y me lo pasé genial, la verdad.

Del trabajo que desarrollé con ellos y su preparación me quedo hoy con algunas reflexiones.

.

El ejercicio de la docencia es relacional

Una de las cosas que me quedan más CLARAS (las mayúsculas, negritas y subrayado van con toda la intención), después de llevarme algo más de 15 años viviendo en aulas de todo tipo (literal) con alumnos y alumnas de todas las edades (fundamentalmente adultos), es que el ejercicio de la docencia es naturalmente relacional.

Un proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo es el que genera un proceso de comunicación efectivo a todos los niveles y en todos los sentidos, que facilite que los conocimientos, actitudes y experiencias circulen con la agilidad necesaria para ser aprehendidos por todos.

Da igual lo que cuentes, da igual que estés enseñando una raíz cuadrada o que estés dando claves para tomar una decisión en la vida, da igual que estés desarrollando una clase de biología o que estés debatiendo en clase sobre cómo ser un buen ciudadano, da igual, da igual que estés explicando las normas de ortografía o que estés enseñando a cruzar la carretera… si no estableces una conexión con quienes tienes delante de ti, con tus alumnos, el proceso no funcionará.

Formas de conectar de manera efectiva hay muchas, creo que cada docente tiene su estilo, su personalidad, sus modos y maneras, y que más allá de la extroversión o introversión del educador, considero que es mucho más importante la empatía que despliegue, la madurez personal que se tenga y la capacidad que cada educador tenga de vivir y sentir el contexto sin que el propio contexto le marque la pauta emocional.

.

Un docente siempre deja huella

Si entendemos que el proceso de enseñanza-aprendizaje es relacional, entonces, admitimos que este proceso es necesariamente emocional. Son las emociones las que nos permiten conectar con quienes entendemos que nos puede aportar algo significativo, interesante o necesario (vaya siempre la curiosidad por delante).

Y por tanto si el proceso de enseñanza-aprendizaje es emocional, entonces, de una forma u otra, por acción u omisión, siempre acabará dejando huella en los alumnos. A veces esa huella será imperceptible y parecerá que se esfuma con el tiempo, otras será positiva y relevante, otras muy marcada y desastrosa. No reconocer ese impacto es una temeridad.

Si te importan tus alumnos y te comprometes con ellos dejarás una determinada huella en ese sentido, si no te importan un pimiento (por mucho que lo disimules) también dejarás huella en ese otro sentido, si tu trabajo te inspira y te sientes educador o educadora dejarás una determinada marca inspiradora en tus educandos, si ya has puesto el piloto automático y solo esperas llegar de la mejor manera al día de tu jubilación (o al fin de semana) no lo ignores: también estás dejando esa marca en tu alumnado… No te escaquees, no lo ignores, es así. Nunca subestimes a un alumno/a, nos huelen las actitudes y actúan conforme a ellas.

.

Reconoce tu impacto y úsalo

Si no reconocemos nuestro impacto sobre los demás, sobre nuestras realidades, difícilmente podremos activar nuestra capacidad para transformar esos contextos en los que vivimos, y precisamente los docentes tiene una especial relevancia a la hora de generar y transformar contextos, cada día, cada curso en sus aulas.

Toma la iniciativa. Si el ejercicio de tu docencia depende de que tengas un grupo bueno o un grupo malo, estés en lo que consideras un buen centro o un mal centro, que tengas buenos compañeros o malos compañeros, entonces… eres una pelotita de ping-pong rebotando en las circunstancias de la vida que te vayan acompañando, ¿de verdad piensas que no tienes forma de tomar la iniciativa? No es fácil, no es imposible, y sí, es cuestión de esfuerzo, inversiones y mover el culo (sí, más… es un compromiso que tienes con tus alumnos y con tu propia FELICIDAD).

Reconoce tu impacto sobre tus alumnos y reconócelo rápido, porque parafraseando de nuevo a César Bona, no estás educando a un chico o una chica, recuerda que estás educando a un futuro marido, a una futura esposa, a una futura jefa, a un futuro padre, a unos futuros vecinos, a unos futuros profesionales o a unos futuros políticos,… y lo van a ser dentro de muy poco, porque ya sabes lo rápido que crecen y lo rápido que pasa el tiempo.

No perdamos el norte, como dice Richard Gerver, “estamos educando muy bien para un mundo que ya no existe”, porque lo constante es el cambio, porque 7 de cada 10 niños que nazcan hoy trabajaran en ocupaciones que aún no existen… porque el único denominador común entre nuestro presente y el futuro son ellos, los niños y niñas con los que compartimos escenarios hoy, así que más nos vale reconocer nuestro impacto si queremos contribuir a que las cosas cambien.

.

Estas son algunas de las muchas reflexiones que me inspiraron el fantástico grupo de profesores con los que compartí la mañana del viernes, a los que les deseo…

…que sepan aguijonear su propia curiosidad

…que sepan aguijonear la curiosidad de sus alumnos y alumnas

…que sepan cuidarse, (porque cuando estás bien es cuando puedes dar lo mejor de ti)

…que generen relaciones de apoyo en su equipo

…que sepan reconocer su impacto en los demás

…que sepan reconocer la grandeza de sus alumnos y alumnas

…que sepan hacer que cada chico y chica confíe en sus propias posibilidades

…que sepan escuchar y preguntar

…que sigan transformando su contexto

…que lo vivan, que lo cuenten y que contagien su energía

…que GENEREN LA CONFIANZA NECESARIA para CELEBRAR QUE ERES TÚ QUIEN ESTÁ EDUCANDO A MI HIJO

.

Feliz inicio de curso. Un placer.

.

[Hoy, antes de la canción os pongo un vídeo de este tipo, que ya he citado un par de veces en este post y que me encanta]

.

.

…y ahora la canción, que si no pongo la canción no soy yo… feliz curso y buen rock´n´roll…

.

.

Procesos y Aprendizaje

puedes seguirnos

en

FACEBOOK (de una manera diferente)

y

en

TWITTER (compartiendo caracteres)

.

Docentes emocionantes = Docentes emocionales