Qué pereza reiventarse. Reinventarse es una lata, lo que yo te diga. Y es mucho más pesado cuando no tienes claro en qué reinventarte pero quieres reinventarte, (en cuyo caso lo que probablemente querrás será ‘huir’ de la posición en la que estás, más que reinventarte).
Lo que pasa que la palabra ‘reinventarse’ tiene un punto de escape muy molón. Vamos que el día que dices ‘voy a reinventarme’, joder, es como si ya empezaras a ser una persona nueva, igual que cuando dices voy a hacer deporte, voy a alimentarme mejor, voy a dejar de fumar o voy a aprender inglés… es como si ya lo estuviéramos haciendo, y coño, nos sentimos genial…
…parece que cuando tomamos la decisión de reinventarnos, justo en ese momento en el que algunas de tus neuronas se ponen serias y se chocan la mano en plan ‘ahora sí que sí, vamos a por ello’, se segregara alguna sustancia química que nos tranquiliza, nos reafirma, nos da un poquito de tregua en nuestro desasosiego vital y nos genera una sensación de éxito que a pesar de ser ilusoria nos mola bastante. [Mañana cojo la bici, y es que ya me veo más delgado].
…lo que ocurre después, si no vamos consumando la ‘reinvención’ es que nos entra un bajón total, que a veces tratamos de sobrellevar buscando argumentos para generar buenas excusas, esquivar nuestra realidad, o simplemente seguir con lo mismo de siempre (pero ésta vez más calladitos, para no ponernos demasiado en evidencia).
…pero es normal, ¿no?, es que reinventarse… es súper-pesado.
De todas formas, puedes decir todas las veces que quieras que vas a ‘reinventarte’ (aunque luego no te reinventes), es como el rollo del ‘arrepentimiento de verdad’… al final, Dios te perdona siempre… ¿no? Qué chollo ¿verdad?
…así que dale, no te cortes, cuando las cosas se tuerzan di que algo del tipo ‘un día de estos me reinvento’ y listo… como esa frase de ‘cualquier día cojo la puerta y no me veis más el pelo’, pues igual, ‘cualquier día me reinvento y no me conoce ni mi padre’…
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Deconstruirse
¿Si Ferran Adrià deconstuyó la tortilla de patatas… serías capaz tú de deconstruirte a ti mismo?
Ojo, que no es fácil el tema, estamos hablando de un tipo que cerraba seis meses al año su negocio para innovar… a ver, que no estoy diciendo que pares todo durante seis meses para ‘darle una vuelta’ a las cosas… si puedes hacerlo, olé tú, pero como no es lo normal (ni creo que hagan falta seis meses de retiro monacal para afrontar un proceso de este tipo), pues simplemente te dejo caer este dato al objeto de confrontar ‘nuestras intenciones de reinventarnos’ con la ‘realidad de las necesarias inversiones’ que se requieren para alcanzar un objetivo de este tipo.
Reinventarnos es como ‘deconstruirnos’, esto es, descomponer el conjunto de competencias que poseemos en sus elementos más simples, tomándolos, observándolos desde todos los prismas posibles, considerando TODAS las competencias que tngamos (las duras, las blandas, las formales, las informales, las profesionales, las personales, las acreditadas, las no acreditadas…) para una vez desmontado el conjunto de lo que somos en unidades más pequeñas, volver a ‘reconstuirlo’ y dar lugar a un conjunto distinto que nos permita desempeños diferentes.
Suena chulo ¿verdad? [pues es un trabajazo]
Ahora bien, si la tortilla de patatas de Ferran parecía cualquier cosa menos una tortilla de patatas (de hecho se parecía más a un cocktail), el tema es que (según cuentan) sabía a tortilla de patatas, y eso me parece brutal… porque los elementos no terminan perdiendo su esencia, conserva su identidad, su ADN…, esto es, es lo mismo pero diferente…
…por eso ‘reiventarnos’ no tiene nada que ver con convertirnos en otra persona… seguiremos siendo nosotros mismos, nuestro ADN (=valores) permanecerá, nuestro carácter se podrá modelar pero nuestro temperamento permanecerá, seguiremos siendo la misma mona vestida de lo que queramos vestirnos…
…y no está mal, todo lo contrario, está genial siempre y cuando este proceso de ‘reinvención’ no se convierta en un ‘proceso de negación’ de uno mismo (porque esa batalla está perdida), de negación de lo que somos, de nuestro pasado, nuestros errores, o incluso nuestros logros (que por renegar, las personas tenemos la capacidad de renegarnos en cualquier sentido).
…Que una cosa es que no te guste lo que hacías, o lo que haces, o cómo lo haces… y otra cosa es que no te gustes tú.
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Objetivos siameses
Todo esto, en mi opinión, implica un trabajo con un doble objetivo encerrado en un mismo cuerpo de acción, en un mismo proceso.
Por un lado, habrá que abordar el proceso de reinvención propiamente dicho, definido dentro de una estrategia establecida, que requiere de una serie de recursos inexcusables: trabajo, tiempo, trabajo, autoconocimiento, trabajo, capacidad de autoanálisis, trabajo, creatividad, trabajo, autogestión, trabajo, recibir feedback, trabajo, interactuar con los contextos, trabajo y por supuesto mucho trabajo, [la redundancia es más que intencionada, ¿verdad que da pereza?].
Al mismo tiempo, y también de manera inexcusable, este proceso necesita de una aceptación personal, ya que tú mismo eres el soporte de tu nueva propuesta, y no tiene mucho sentido pensar que este proceso de reinvención nos va a salir bien si construimos con unos materiales que estamos cuestionando de partida.
Recuerda que al final serás tú mismo, haciendo cosas diferentes (o haciendo las cosas diferentes, como quieras).
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¿Borrón y cuenta nueva?
El ‘borrón y cuenta nueva’, repetido varias veces, acaba desgastando el papel… y en el peor de los casos rompiéndolo. No creo en el ‘borrón y cuenta nueva’, la verdad. Hoy en día, pintar sobre lo pintado ya no es una garantía para ocultar el dibujo original, al final, con una técnica u otra, siempre se acaba descubriendo lo que había debajo.
Por ello, en materia de ‘reinvenciones’ considero bastante inefectivo que el motivo principal sea el ‘borrón y cuenta nueva’, y por contra, me parece más operativo ‘aceptar’ el pasado, ‘gestionar’ el presente y ‘decidir’ la dirección de nuestro futuro (que no es igual a decidir nuestro futuro)…
…o dicho de otra forma someternos a un proceso que implica:
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- capitalizar las competencias que ya poseemos,
- ampliar nuestro autoconocimiento técnico y personal desde el punto de partida de ‘lo que ya somos’,
- aceptar y determinar el ‘desarrollo’ de algunas de estas competencias, explorando nuevas posibilidades,
- invertir en ese ‘desarrollo’,
- y con ello ampliar o incrementar los efectos de estas competencias,
- o incluso generar la capacidad de actuar en otras especialidades.
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Qué lata reinventarse
A nuestra ‘sensación de incompetencia’ le encanta alimentarse de nuestras incongruencias, de nuestras incoherencias, y ‘las ganas de reinventarse’ son uno de sus platos favoritos siempre que se quedan en eso, en ‘ganas’. Más aún cuando consideramos que a veces, esas ‘ganas’ de reinventarse son una forma muy sofisticada (cada vez menos) de quejarse. Y a nuestra ‘sensación de incompetencia’ las quejas le saben a gloria…
…pero es que…
…pero es que reinventarse es una lata, lo que yo te diga… me refiero a reinventarse bien, a abrir, desarrollar y cerrar el proceso. Uff, qué movida…
Si tampoco se está tan mal así ¿no?… las insatisfacciones las desahogamos los fines de semana, o luego en casa, viendo una serie o algo… además, la vida pasa y seguimos alimentándonos y eso…
…la verdad, qué ganas de ‘desmontarse a uno mismo’ para volverse a montar de nuevo… qué pereza… para que luego al volvernos a montar nos sobren piezas, ¿te imaginas?.. qué yu-yu ¿no?
…además, si llevo unos tres años diciendo que quiero cambiar de trabajo… y no pasa nada… ¿no?
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Procesos y Aprendizaje
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Qué pereza reiventarse
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Imagen de vía Pixabay
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Como ahora se dice, “reinventarse o morir”, pero en cualquier caso y como sugiere David, sin olvidar la experiencia del pasado y la vista siempre puesta en el futuro que uno desea alcanzar.
…eso siempre Benito A., a veces disponemos de un capital de conocimientos y experiencias del que no somos conscientes y por tanto, no podemos gestionar y optimizar adecuadamente. Un saludo!
David Barreda
Qué bueno escucharte/leerte. Tema de profundo calado/importancia para muchos y qué felicidad poder leer sobre él con risas que se escapan desde dentro y sentir la alegría que dejan en la boca tus palabras. Una vez más transmitirte mi admiración y respeto Gracias David!
Gracias a ti, Lula,
…por estar, y por sonreír con mis ocurrencias. Me encanta que sepas leerme el sentido del humor.
Un abrazo,
David
La verdad es que da mucha pereza…. Yo en vez de empezar por dentro, auto-conocimiento, empezaría por fuera, centrando mi atención en “otros mundos” después es un proceso de interacción entre ambas partes, provocar un bucle infinito de aprendizaje y cambio entre el nuevo mundo y el interior. Si no cambiamos nuestras circunstancias, si no nos sumergimos en el nuevo mundo la reinvención, deconstrucción, el cambio va a ser imposible. Como aprender inglés desde España y sin internet.
Saludos David, gran artículo.
Hola Pedro,
Pues es otro enfoque el que tú propones, y muy complementario al mío… de hecho, creo que uno y otro se necesitan. Sin duda.
Un abrazo, gracias por pasarte por aquí,
David