En algunas ocasiones (o en muchas, según el caso), la libertad o el principio de la libertad comienza cuando somos capaces de zafarnos de determinados pensamientos, o al menos cuando conseguimos que nuestra atención se distraiga mínimamente de ellos.
Me refiero a esos pensamientos que tienen el mismo mecanismo que una pegajosa tela de araña. Pensamientos que funcionan como un niño caprichoso que nos patalea y nos arma un espectáculo en el lugar menos indicado… solo para llamar nuestra atención…
…a veces, para calmarlos le damos cualquier capricho (en forma de tiempo y energía)… algo que lejos de acallarlos los activa… porque esos pensamientos se alimentan precisamente de eso, de nuestro tiempo y de nuestra energía, de nuestra atención (es cuando dejamos de prestarles esa atención cuando esos pensamientos pierden su sentido, su razón de ser y terminan encogiéndose de inanición)…
Pensamientos, adicciones mentales, rumiaciones, bucles en los que entramos y que terminan construyendo una realidad inventada… un mundo personal que nos podemos terminar creyendo demasiado, pensando que ese mundo es el mundo… ojo, porque si nos descuidamos nos quedamos encerrados en nuestra propia burbuja, perdiéndonos lo que ocurre fuera… y perdiéndonos a nosotros mismos en nosotros mismos…
…olvidándonos de algo esencial: no somos lo que pensamos, somos quienes pensamos…
En algunas ocasiones la libertad o el principio de la libertad posiblemente comienza cuando somos capaces de dejar de habitar determinados pensamientos… y mudarnos a otros… más abiertos, con más ventanas, mejores vistas y donde corra más el aire.
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No se que pensará Fátima de este tema, pero esos pensamientos son como mis niños… quieren azúcar o tele, pero ceder a su insistencia, no los calma, siempre quieren más o más.
😉
Me alegro de volver a leerte🤗😘
Un abrazo, Rafa!
Es cierto David, ahora, si no subimos una reflexión a las redes, es como si no existiera. Pero tu casa digital sigue siendo tu mejor repositorio. Con escritos como este de la tela de araña, tus reflexiones no se pueden quedar aquí, deja que se muevan por el magma social. Bienvenido de nuevo al blog, nos faltaban tus provocaciones.
Un abrazo grande, patrón!
Guillem
Gracias Guillem… gracias Jefe!
…un ABRAZO fortísimo!
d.