En Procesos y Aprendizaje trabajamos con personas, empresas y organizaciones. Desde nuestro enfoque, creemos en la necesidad de mantener puntos de conexión directa con el desarrollo de los más pequeños, por un lado ellos comparten la vida con nosotros y representan nuestro futuro, por otro lado, consideramos que TODOS SOMOS NIÑOS, y cuidar y estimular a nuestro niño interior es una responsabilidad que tenemos. Por ello, contamos con nuestra experta en Psicología Infantil Cinta Martín Orta, que hoy nos escribe sobre Estimulación Temprana. Esta es su aportación:
Estimulación temprana: aprovechar nuestra plasticidad
Una de las características más significativas del cerebro humano es su plasticidad, esto es, la capacidad de modificar su propia estructura y funcionamiento, favoreciendo así la conexión entre neuronas, y por tanto, su desarrollo y agilidad.
Teniendo en cuenta que esta plasticidad cerebral es mayor en los primeros años de vida de una persona, podemos sacarle partido para favorecer, entre otros procesos, uno de los más importantes y omnipresentes en todas las tareas que realizamos: la atención.
En un recién nacido el proceso de atención es reactivo y simple, sus reacciones serán involuntarias y automáticas, lo que no nos impedirán estimularlos, ni a ellos beneficiarse de esta estimulación.
¿Cómo podemos hacerlo?
Podemos estimular al bebé a través de su sentido del olfato, aprovechándonos de los diferentes olores que contienen las cremas, geles o colonias que se utilizan para su aseo, y que facilitarán la discriminación de distintos matices de olor al bebé.
Si acariciamos al bebé con objetos de diferentes texturas o temperaturas, gasas, agua, nuestras propias manos, alguno de sus juguetes,… poco a poco iremos observando como éste va reaccionando de forma diferente ante los distintos estímulos, rápidamente, podemos observar como atiende de una forma más intencionada a las cosas que más le gustan.
El sentido del oído también lo podemos estimular utilizando canciones, hablándole con diferentes tonos de voz, sonidos,…
Y por último, el sentido de la vista, aunque sabemos que los recién nacidos no nacen con este sentido totalmente desarrollado, podremos ayudar a este desarrollo mostrándole objetos cerca de su rostro, como la cara de la propia madre, muñequitos, pañuelos, y objetos que tengan un fuerte contraste entre blanco y negro, agitándolos de forma suave y con ritmo para facilitarles en un primer momento su seguimiento visual.
Como vemos, es muy fácil favorecer y potenciar de manera sencilla procesos tan importantes en nuestro desarrollo como la atención, y además, a través de estas sugerencias iremos construyendo vínculo madre-bebé o padre-bebé mucho mayor, por eso te animo a que lo pongas en práctica y experimentes los beneficios en todos estos niveles.
Convirtamos una característica de nuestro cerebro, su plasticidad, en una ventaja para los más pequeños.
Este es un artículo de Cinta Martín Orta, Psicóloga Infantil colegiada nº AN07066, su experiencia laboral y sobre todo sus inquietudes e intereses le han llevado a centrarse y esforzarse día a día por ayudar a mejorar la calidad de vida y el desarrollo infantil, colabora con Procesos y Aprendizaje en temas de Psicología Infantil, sirviendo de eslabón entre los procesos de desarrollo de adultos y los procesos de desarrollo infantiles. Este es el enlace a su consulta: Cinta Martín Psicóloga Infantil.
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