“Si pienso en positivo ¿Por qué me sigo encontrando mal?”, no sé si alguna vez has tenido este sentimiento. Hace unos días me topé con un artículo publicado en la web de la Fundación Eduardo Punset escrito por Mariano Robles que abordaba directamente este asunto y que me aportó varias claves a la hora de comprender la curiosa “paradoja del pensamiento positivo” (…en unas líneas te paso el enlace al artículo original), esto es algo de lo que aprendí y reflexioné tras la lectura…
.
¿Puedo controlar mis reacciones negativas?
Querer “controlar” nuestras “reacciones emocionales” cuando nos encontramos mal es un deseo que probablemente todos hayamos tenido alguna vez, sobre todo cuando sentimos que esas reacciones nos están restando anímicamente y no terminamos de cortar esa “hemorragia emocional”.
Lo cierto es que una “reacción emocional” es precisamente eso “una reacción” automática y de vía rápida, así que más que ‘a controlar’ podemos aspirar ‘a gestionar’ y convertir “la reacción” en una “respuesta” (que no es poco).
Recuerda que las emociones son innatas, pero la gestión emocional no, lo que significa que el reto consiste en “aprender a gestionar de nuestras propias emociones” un aprendizaje que probablemente se prolongue durante toda la vida, pero eso sí, un aprendizaje continuo del que podrás ver los resultados durante el propio proceso. No es fácil, no es imposible y todos tenemos los recursos para hacerlo.
No obstante, hay momentos en los que el deseo de controlar nuestras “reacciones emocionales negativas” es tan potente que termina produciendo una continua frustración natural ante los escasos resultados de esos “intentos de control”, esta frustración se convierte en el alimento perfecto para seguir engordando nuestro malestar. Dicho de otro modo, el deseo de “controlar algo que no podemos controlar nos hace sentir mucho peor”.
.
Sobredosis de pensamiento positivo
Si para contrarrestar el efecto anterior ponemos en marcha el mecanismo del “pensamiento positivo”, no estaríamos haciendo otra cosa que tratar de apagar nuestro “fuego de malestar” con “gasolina positiva”, vamos, que terminaremos chamuscados definitivamente.
Verás, siguiendo el artículo que me inspira esta entrada llegué al concepto de psicotrampa de Giorgio Nardone, según el cual “llevar al límite” cualquier tipo de pensamiento nos acaba convirtiendo en prisioneros del mismo. Fíjate: llevar al límite el “pensamiento positivo” nos acaba distorsionando el sentido de la realidad y nos aumenta la brecha entre “lo que siento” y “lo que la realidad del pensamiento positivo me dibuja”, una brecha basada en creencias generadas por nosotros mismos, nuestra frustración a la hora de afrontar nuestro malestar psíquico y una buena ración de ‘pensamiento positivo’.
Imagina que estás mal, realmente mal, tan mal que no sabes si estás triste, cabreado o las dos cosas, imagina que te acercas a alguien con quien compartes tu estado emocional y lo primero que te suelta es un “piensa en positivo”… ¿Cómo te sentirías ante esta sugerencia?…, bien ahora imagina que quien te dice que pienses en positivo eres tú mismo, tu voz interior que como un disco rayado no deja de recordarte lo importante que es “pensar en positivo”… ante esta continua demanda lo más probable es que acabes emocionalmente agotado, se incremente tu tristeza y tu sensación de negatividad aumente.
.
La respuesta está en el viento…, y en afrontar
Pensar en positivo está genial, sirve, es bueno, es inspirador… pero cuando estás bien. Cuando estás mal no, cuando estás mal no podemos ignorar ni “ningunear” el sentido de nuestra tristeza y nuestro vacío.
Puedes comprarte todos los libros de autoayuda que quieras, aprenderte todas sus lecciones, desear y confiar en mitológicas leyes de la atracción universal, autoconvencerte de que pensando positivamente saldrás de tu malestar… pero quizás no sea ese el camino que te saque de la espiral negativa.
La respuesta, la clave, otra vez, la tienes tú. Está en lo que sientes, tenga el color que tenga, sea más o menos agradable. No tiene mucho sentido ocultar el mensaje que tus sentimientos negativos te están lanzando… no nos sentimos mal porque a nuestro cerebro le apetezca torturarnos, lo que le apetece a tu cerebro es que lo escuches y atiendas su demanda.
Ya he escrito en alguna otra ocasión que todas las emociones tienen una función adaptativa, incluida la tristeza. Como dice Mariano Robles: “Si una emoción como la tristeza, eminentemente adaptativa aparece día tras día, mejor hacerle caso. Su función principal es la de digerir y procesar los duelos, las acciones, en definitiva, la realidad que estás viviendo”.
Para escuchar escuchar bien la información que me está aportando cualquier emoción es necesario darle su tiempo y su espacio, reconocerla y tomar conciencia de ella, solo entonces podremos considerar qué necesidad es la que tengo abierta y cómo puedo satisfacerla con los recursos emocionales y sociales que tengo a mi alcance.
Lo que no se afronta se repite. No afrontar un sentimiento ocultándolo tras la cortina del pensamiento positivo no acaba con él, solo lo esconde, cada vez por menos tiempo y en ningún caso elimina la “sensación de presencia de ese sentimiento negativo”.
.
Hace unos días leía una entrevista al filósofo Roger-Pol Droit que titulaban con una cita suya: “hay un imperativo de ser feliz en todas partes, todo el rato”, en ella el filósofo hablaba de la obsesión que existe en nuestros días por focalizarse en la felicidad eliminando lo negativo, y como bien nos recuerda “no hay vida sin aspectos negativos, y positivos”, para concluir finalmente que “la idea de una felicidad sostenida, perfecta, sin estrés, sin preocupaciones, sin angustias, no me parece muy humana, ni interesante”.
.
0
Me encantó. Sencillamente,, genial. Gracias! 😉
Gracias a ti Eva!!
😉
Xq parece q hablas de mí?es tan fácil la teoría…;)
…quizás porque todos somos más parecido de lo que creemos… y sí, del dicho al hecho, ya sabes, hay un trecho.
No es fácil, no es imposible.
Un saludo!
@davidbarreda_db
Estupendo, solo que me quedo con una inquietud, das entrada a esto que llamamos tristeza y es una necesidad resolverlo, ¿Cuales son los recursos emocionales y sociales a los que refieres? , es decir, si lo colocamos de forma general, ¿Cuales serian?, es excelente la forma en que lo manejas y creo que faltaría ese ingrediente, salvo tu mejor opinión. Espero tener una respuesta de parte tuya, reitero excelente post, saludos.
Muchísimas gracias Guadalupe!!
…me encantan las preguntas que me formulas porque me hacen profundizar más en la reflexión… hagamos algo, me quedo con tus preguntas, me las trabajo y un poco y genero material para otro post en el que pueda darte mi visión al respecto, ¿te parece?
Un saludo!!
@davidbarreda_db
Muy bueno el post, me ha encantado.
Guadalupe y demás os recomiendo un lobro, por si os apetece leer sobre esto y que a mi me ha ayudado mucho. Se llama ‘Dónde tus sueños te lleven’ de Javier Irionfo
También os recomiendo que conozcais el mindfulness una técnica que te ayuda a estar en el presente.
Espero que os sirva.
Un saludo
Muchas gracias por tu recomendación!
Pensar en positivo es mucho más que decirse “piensa en positivo”. El que haga esto está enviando una orden imprecisa a su cerebro, lo que determinará un pensamiento igual de difuso, una acción difusa y un resultado parejo y frustrante. Uno piensa en positivo cuando puede definir qué le pasa, porqué y para qué puede servirle esa información y así decirle a su cerebro qué hacer con esa información (qué proponerse conseguir) y elegir cómo hacerlo.
Toda acción va precedida de un pensamiento. El pensamiento positivo existe cuando la persona pasa a la acción para salir de una situación y llegar a otra. No se puede pensar en positivo sin pasar a la acción y no se puede pasar a la acción sin haber determinado el qué y el cómo. Lo contrario es seguir a ciegas aunque sea diciéndose a si mismo “piensa en positivo”.
Gracias Montse!!
Me quedo con tu frase “el pensamiento positivo existe cuando la persona pasa a la acción para salir de una situación y llegar a otra”.
Un saludo!
@davidbarreda_db
Ha sido una lectura muy alentadora para mi, me he visto reflejada, y sobre todo en el punto que comentas cuando te sientes abajo del todo, vas y lo expones a alguien que con una sonrisa te dice: piensa en positivo! y como plantean arriba que la teoria es facil, pero cuan complicada es llevarla a cabo cuando se trata de emociones…
Gracias!
Gracias por tu aportación Teresa!
…creo que casi todos/as compartimos ‘sensaciones’ en este tema 😉
Saludos!
@davidbarreda_db