Procesos y AprendizajeProcesos y AprendizajeProcesos y AprendizajeProcesos y Aprendizaje
  • Qué hago
  • Quién soy
  • Blog
  • El Formador 5.0
  • Descargas
  • Contacto

Y yo también, a mi me pasa igual, lo que tienes que hacer

David Barreda 22 junio, 2015
coaching marca personal formacion huelva _ rotura vidrio

No hay mayor desconsideración hacia alguien que hacer a una persona invisible cuando está depositando en ti su confianza. Y hay muchas maneras de hacerlo, algunas más directas, otras más sutiles y otras especialmente dañinas, como arrebatarle su tono emocional, enfundártelo como si fuera tuyo y después devolvérselo usado y desgastado.

Me refiero a situaciones en las que estás contando algo importante y emocionalmente relevante sobre ti y recibes una contestación del tipo “…a mí me pasa igual…”, “…yo también…”, “…lo que tienes que hacer es…”  o cualquiera de las múltiples variantes que la riqueza de nuestro lenguaje permite y que no hacen otra cosa que vaciar de importancia lo que cuentas, sintiéndote despreciado en ese momento.

Son exactamente las mismas situaciones en las que alguien nos está contando algo importante y nuestra respuesta consiste en ponernos a hablar de nosotros mismos, lo que nos pasó o lo que le pasó a un primo nuestro en las mismas circunstancias. Es igual. Es nefasto.

.

No es empatía, es egocentrismo

Hay muchas formas de demostrar que no estás escuchando. Algunas pueden ser más físicas y evidentes, como no mantener el contacto visual con el que habla o no responder a una demanda, pero como siempre, las que más impacto negativo causan son las formas emocionales en las que demostramos que no estamos escuchando.

Cuando participas de una conversación en la que alguien te está contando algo importante y significativo y las respuestas que das se basan fundamentalmente en tus propias vivencias, experiencias o en lo que a ti te ha pasado lo único que haces es desplazar el eje de la conversación a ti y ningunear los sentimientos y emociones de tu interlocutor o interlocutora. No te engañes, te importa más tu experiencia que lo que te están contando.

Frases del tipo “…a mí también me pasó…”, “…conozco a alguien que le ocurrió lo mismo…”, “…lo que tienes que hacer es…”,… dejan al otro en un ‘fuera de juego’ emocional desconcertante y terminan por agrietar una confianza que en el peor de los casos (si la pauta se repite) puede acabar rompiéndose.

No está mal hablar de uno mismo, fundamentalmente dentro de su contexto y en su justa medida, pero sí es desolador colocarse en el centro de una experiencia que no es la tuya y usurpar las emociones ajenas.

…joder, y es que parece que hay gente que ha vivido todo lo que a ti te ha pasado y te pasa, y si hay algo que no le ocurrió seguro que conoce a alguien que también le pasó. Vamos, que ya se sabe el final de tu propia película e incluso puede que lo que a ti te ocurra no sea para tanto, o sea menos gravoso de lo que tú mismo te crees…

Y no, no tratemos de venderle la moto a nadie, que no se trata de empatía ni de demostrarle a la otra persona que sabemos cómo se siente… que no, que no es eso. Ni tampoco de instruirla con nuestra propia experiencia para que se aproveche de ella, porque probablemente nadie nos haya pedido que seamos maestro de nadie en los momentos en los que nos toca escuchar.

Cuando te colocas delante de la otra persona, o la otra persona se coloca delante de ti, ese solapamiento nada tiene que ver con una relación sana y fluida, ni con una escucha activa o emocionalmente efectiva.

.

Sé el protagonista de tu vida, y no de la vida de los demás

Estoy convencido de que la mayoría de las veces se hace de manera inconsciente. Es como los tics, que no se controlan en un principio pero marcan nuestra comunicación. Son una señal de nuestra manera de interactuar.

Creo que hacer continuas referencias a uno mismo en las conversaciones es una manera de manifestar determinadas carencias personales, necesidades no cubiertas que necesitan ser satisfechas a través del ejercicio de un protagonismos que a veces no nos corresponde y que cuando es muy acentuado puede resultar grotesco.

Resulta interesante, además de ser un ejercicio de autoconsciencia que estimula el autocontrol, mantener la atención en nuestro estilo de respuesta cuando alguien está confiando en nosotros y nos está contando qué le pasa. Es un ejercicio muy potente observar cómo respondemos y hasta qué punto mantenemos el centro en la otra persona.

Cuando hablas y/o respondes, ¿Qué porcentaje de la conversación versa sobre ti mismo? ¿Lo sabes? ¿Te has planteado esta pregunta alguna vez? ¿Te atreverías a observarte durante unos días? ¿Hablas demasiado sobre ti cuando respondes a alguien?

Ojo, y no solo me refiero a responder con una anécdota propia, también me refiero al hecho de decirle a la otra persona lo que tiene hacer o cómo creemos que debe actuar, formas sutiles de querer arreglarle la vida a alguien al mismo tiempo que dejas de escuchar lo que necesita contarte. En este sentido me quedo con dos frases, una de Alfonso Alcántara “un consejo no solicitado es una crítica”, y otra de mi abuela “más sabe el loco en su casa, que el cuerdo en la ajena”.

.

Y es que a veces, no hay mayor acto de empatía que simplemente estar y acompañar. Hacernos sentir en silencio y poner a disposición de la otra persona toda nuestra atención. Es solo eso. No hay que decir nada. Las recetas… que la den los médicos.

.

.

Procesos y Aprendizaje:

puedes seguirnos

en

FACEBOOK (de una manera diferente)

y

en

TWITTER (compartiendo caracteres)

Y yo también, a mi me pasa igual, lo que tienes que hacer

0

David Barreda

Más posts de David Barreda

10 comentarios

  • Mª Angeles Marín Responder 22 junio, 2015 at 10:17 am

    Excelente propuesta David, para reflexionar…y mucho.

    Un brazo

    • David Barreda Responder 28 junio, 2015 at 11:29 pm

      Gracias Mª Angeles, un saludo!!

  • Ana Ojeda Responder 22 junio, 2015 at 4:13 pm

    Gracias

    • David Barreda Responder 28 junio, 2015 at 8:18 pm

      A ti Ana, un besazo!!

      Nos vemos pronto, David.

  • Elena Pavón Responder 24 junio, 2015 at 1:21 pm

    De repente planteas que igual, y solo igual, el aprendizaje por imitiacion que queremos imponer no es la mejor opción.
    Vaya, vaya…otra pildorita para seguir en el camino de aprender a desaprender (jajaja)

    Gracias de nuevo

    • David Barreda Responder 28 junio, 2015 at 8:17 pm

      Gracias a ti Elena, de corazón.

      Por sacarle provecho al artículo y por compartir tu reflexión, un abrazo.

      @davidbarreda_db

  • Ricardo Verdejo Rocataliata Responder 5 julio, 2016 at 10:40 am

    Buen artículo, David. Una situación cotidiana abordada con profundidad. ¡Cuantos consejeros/as a nuestro alrededor! Lo más complejo no es que te aconsejen, sino que son consejos “vinculantes”, como yo digo. El simple hecho de recibirlos (no te queda otra) genera unas expectativas en el consejero, que si no se cubren, hace que reaccione con cierto malestar: “te lo dije, que lo hicieras así”.

    • David Barreda Responder 11 julio, 2016 at 11:35 am

      Hola Ricardo!

      …me gusta ese concepto de ‘consejos vinculantes’, dan para otro post!!, qué razón tienes en cuanto a las expectativas que genera en el consejero el mero y simple hecho de atenderlo y escucharlo.. uff.. interesante.

      Saludos y seguimos!

      David Barreda

  • Mª José Parrilla Ramírez Responder 23 junio, 2017 at 11:00 am

    Gracias por este artículo y esta reflexión de David Barreda, puesto que efectivamente a veces se cuela como un tic y de forma inconsciente y terminamos haciendolo y dejando de escuchar para hablar de nosotros mismos. Yo particularmente es algo que intento prácticar, sobre todo con mis hijos y reconozco que a veces cuesta porque tu cabeza va llena de pensamientos e información que quieres transmitir y que te hacen hablar sin escuchar. Siempre aprendiendo.

    • David Barreda Responder 24 junio, 2017 at 7:52 pm

      Hola María José,

      Muchas gracias por comentar el post. La verdad, creo que es una cuestión de hábitos. También considero que es normal que a veces la atención se nos desvíe… lo mejor de esto es hacernos conscientes de ello, y entrenarnos… esto es entrenable, lo podemos aprender, como tú dices… siempre aprendiendo.

      Un abrazo,

      David

Deja un comentario

Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a mi Newsletter

ENVIAR
condiciones de uso

Thank you!

We will contact you soon.

Categorías

  • Aprendizaje
  • Charlas
  • Coaching
  • Desarrollo Personal
  • Desarrollo Profesional
  • Docencia y Didáctica
  • Empleo y Emprendimiento
  • Equipos e Inteligencia Colectiva
  • Formación
  • Inteligencia Emocional
  • Marca Personal
  • Miscelánea
  • Procesos
  • Procesos y Aprendizaje

Post más populares

¿Por qué coño no consigo trabajo de lo mío?

Posted on 17 octubre, 2014
01
david barreda orientación profesional marca personal branding equipos

¿Qué momento marcó tu vida profesional?

Posted on 13 noviembre, 2017
02

Buscar trabajo no es buscar ofertas

Posted on 29 enero, 2015
03

Cosas que he aprendido con gente que busca trabajo

Posted on 26 febrero, 2015
04

B.Y.N.M.W.T.S.

Posted on 30 septiembre, 2019
05

Etiquetas

andrés pérez ortega aprendizaje asertividad blog procesos y aprendizaje buscando inspiración coaching competencias comunicación creatividad david barreda desarrollo personal desarrollo profesional efectividad emociones empatía empleo emprendimiento Espacio Knowmads eva collado formación gestión emocional habilidades sociales inteligencia colectiva inteligencia emocional Knowmads liderazgo Marca marca personal metas y objetivos Networking orientación profesional personal branding proactividad procesos procesos y aprendizaje productividad propuesta de valor propósitos proyectos redes sociales toma decisiones toma de conciencia trabajo trabajo en equipo videos

Sígueme en mis redes

Facebook

Youtube

Twitter

Linkedin

Instagram

David Barreda contacto
Aviso legal · Cookies
  • Qué hago
  • Quién soy
  • Blog
  • El Formador 5.0
  • Descargas
  • Contacto
Procesos y Aprendizaje