Creo que una de las mejores cosas que puedo hacer con este Blog es compartir aquellos recursos que me están resultando útiles tanto a mí, como a compañeros, personas y grupos a los que acompaño en sus procesos de desarrollo personal para el empleo (bien porque estén en búsqueda, bien porque se encuentren gestionando algún cambio en su área profesional).
En este sentido hoy quiero compartir mi experiencia con el libro Expertología, de Andrés Pérez Ortega, un manual que empecé a leer con la intención de zumbármelo en un fin de semana y con el que acabé conviviendo algo más de dos meses… sí, dos meses. Y no fue cuestión de lentitud… que va…
…el tema es que yo quería tomar conciencia de en qué punto se encontraba mi marca personal, y qué estrategias podía seguir para su desarrollo…
.
Busqué el momento, lo reconozco
Eso es cierto, porque el libro lo tenía en la recámara desde hacía bastante… pero también sabía que en junio del mes pasado tocaba pasar la ITV de mi proyecto profesional. Después de poco más de dos años desarrollando www.procesosyaprendizaje.es empezaba a tener perspectiva para abordar con mayor criterio “qué estaba funcionando” y “qué no estaba funcionando”, qué cosas estaban potenciando mi ‘marca’ y por qué tenía la sensación de no estar atinando del todo en mi proceso personal-profesional (algo nada dramático cuando uno tiene metabolizado que ‘siempre se está en Beta’, y especialmente útil para no dejar de aprender y avanzar en todos los sentidos, aún cuando parece que no estás avanzando). Ese fue el momento que elegí para abordar la lectura de este manual.
¿Encontré las respuestas en el libro Expertología?, ni de coña. Afortunadamente el libro no va de respuestas, va de preguntas… y ahí está su valor. Necesitaba de una metodología, una serie de cuestionamientos que me pautaran la reflexión, me confrontaran y al mismo tiempo me generaran una información útil sobre mí mismo y mi marca. Quería recapitular aprendizajes, aciertos y errores para poner un poco de orden en todo lo que me está pasando a nivel profesional en este momento de mi vida.
Si lo que necesitas es chequear en qué punto estás, en qué punto te gustaría estar, cómo estás afrontando el escenario profesional que se nos está configurando y cuáles son tus competencias con respecto al mismo, la primera parte del libro te va a venir genial.
.
Las razones de mi lentitud en la lectura
Paraba. Paraba constantemente, ¿para qué?… para pensar y recoger ideas. Quizás sea de lo mejor que aporta el trabajo con este libro, que te genera muchas ideas y reflexiones en cuanto a lo que haces, cómo lo haces y para qué lo haces.
Si quieres aprovechar bien la inversión es esencial que te agencies un cuaderno de notas o algo así para ir apuntando lo que vaya surgiendo de la lectura o hacer las tareas que te proponen (algunas especialmente reveladoras). A lo mejor no es lo más cómodo, porque siempre vas cargado con el cuadernito, el libro, subrayador y toda la movida… pero es que si no, se te van a escapar mogollón de cosas, y ya te digo que eso de subirlo a “nuestra nube” para después rescatarlo no funciona del todo bien.
Pero además de estas ideas, conforme avanzas, la reflexión se va afinando hacia lo que puedes/podrías hacer para posicionarte en la mente de tus empleadores o clientes como un profesional al que pueden recurrir con garantías cuando tienen alguna necesidad que le puedas cubrir (claro que para eso, hay que tener muy claro qué necesidades son las que podemos abordar, algo que también trabajamos en el libro).
En definitiva, que esta toma de conciencia de la que hablo no se queda en el histórico de lo que hayas podido acumular, si no que es una toma de conciencia ‘a futuro’, práctica y con claves para ponerte a funcionar, bien estés currando por cuenta propia, ajena o buscándote la vida en de una forma u otra.
.
No es gratis
Una de las cosas que me molan del libro es que por un lado vas descubriendo lo que eres, lo que puedes hacer y en dónde puedes resultar útil. Por otro te descubrirás indagando en qué eres único, qué te diferencia del resto de profesionales de tu sector y qué valor aportas cada vez que participas en un proyecto… a quién le puede resultar ‘necesario’ lo que haces, dónde está tu público, tu mercado, y cómo puedes dirigirte a tus empleadores/clientes mostrando tu propuesta de valor.
…y esto último mola, mola mucho porque las alternativas son muchas (de hecho, el capítulo más extenso tiene que ver con tu propia promoción y en cómo puedes hacerlo), y cada alternativa que se ofrece es un argumento que desplaza a cada una de las posibles excusas que pudieran haberte ido apareciendo en los anteriores capítulos. Y todas las opciones que se ofrecen para tu propia promoción son muy, muy, muy baratas en cuanto a euros se refiere, pero no son gratis…
…el proceso no es gratis, hay que pagar, y la moneda con la que pagas la promoción de tu propia marca es la de tu dedicación, tiempo, consistencia y trabajo, mucho trabajo… pero bueno, mientras encuentras o no encuentras ‘trabajo’ o ‘clientes’ ¿qué otra cosa mejor se te ocurre hacer que precisamente “TRABAJAR” (para ti)?
Da igual como seas, da igual a lo que te dediques. Da igual que sea la timidez o la extroversión lo que te caracteriza (o creas que te caracteriza), tanto en un sentido u otro, tendremos que buscar la manera más efectiva y acorde con cada uno de generar visibilidad sobre lo que hacemos, para que deje de pasar inadvertido nuestro talento y podamos activarlo de una forma u otra. Que si no saben que existes, no podrán contar contigo… o como dice la portada del libro “si eres uno más, serás uno menos”.
.
¿Y qué saqué yo de todo esto?
Pues más trabajo, qué quieres que te diga. Porque tengo súper claro que la gestión de la marca personal es un proceso, un aprendizaje continuo. Porque cada iniciativa que se te ocurre ocupa un lugar en el tiempo (en tu tiempo) y no aparece por generación espontánea. Así que saqué trabajo para poner en pie las rectificaciones que me toca hacer (y ando emprendiendo), las propuestas que me gustaría probar y los proyectos que me gustaría abordar.
Aprendí a empezar a indagar sobre mis competencias con un sentido más práctico aún del que pensaba que tenía. Aprendí a empezar a “aprenderme como profesional”, a cuestionarme en qué soy experto y a cómo podría alimentar mi expertitud. A reforzar mis argumentos para ser el protagonista de mi carrera de profesional en base a mis decisiones… que ya veremos dónde nos llevan, pero oye, mientras tanto…
…mientras tanto disfrutemos del camino (andando, mejor que contemplando), conozcámonos en base a lo que podemos generar y generamos, apostemos, invirtamos y arriesguemos en nosotros mismos, de la manera más ecológica con los demás y con nuestro entorno. Y joder, en la medida de lo posible: tratemos de pasarlo bien mientras nos buscamos, nos encontramos o lo que sea que estemos haciendo con nuestro tiempo y nuestros recursos.
¡Feliz lectura y que te aproveche!
.
.
—-
Procesos y Aprendizaje
puedes seguirnos
en
FACEBOOK (de una manera diferente)
y
en
TWITTER (compartiendo caracteres)
—
.
¿Por qué invertí tanto tiempo en leerme Expertología?
0
Apenas descubrí esta obra. Me ha cautivado tu manera de reseñar su impacto en tu quehacer profesional.
Voy a adquirirla para llenarme de sus propuestas.
Saludos y gracias por compartir tus pensamientos.
Espero que te guste y la disfrutes!!
Un saludo y gracias por pasarte por aquí!
d.