Hace unas semanas, preparando un proyecto con mi amigo Benito de la Morena, él insistía, como buen científico que es, en que buscáramos cuáles eran las ‘palabras claves’ que definían el proyecto. A mí me pareció necesario, interesante y hasta divertido en nuestro contexto.
Ya en su momento le comenté que a esta idea (nada nueva y muy obvia) se le podía sacar mucho partido si se extrapolaba a otras disciplinas, entre ellas la orientación profesional. Y es que la creatividad muchas veces no consiste en inventar nada nuevo, sino en aplicar/exportar el conocimiento de un ámbito a otro buscando nuevas perspectivas que aporten valor.
De hecho, lo que voy a contar probablemente no te resulte novedoso… pero a mí me parece útil (y divertido, insisto), más aún cuando ya he tenido la ocasión de practicarlo e invitar a algunas personas a que jueguen a esto de buscar las palabras claves de su historia profesional (es más entretenido cuando se hace en grupo, y más efectivo cuando se toma como un ‘juego’, sin duda).
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Las palabras claves
Leo en la Wikipedia que las palabras claves entendidas como ‘motor de búsqueda’ (keywords) “hacen referencia a los criterios que se utilizan en Internet para encontrar determinada información“, o dicho de otra manera, la palabra clave viene a ser una expectativa de lo que el usuario escribirá en Google o cualquier otro buscador para encontrar algo, así que si tú te posicionas detrás de esas palabras tendrás más opciones de que te encuentren cuando las tecleen en la red.
En los textos científicos, se suelen determinar entre 3 y 10 palabras que lo etiquetan y permiten identificar y localizar el trabajo dentro de las bases de datos existentes. Fíjate lo importante que resulta la elección de una palabra u otra para etiquetar el artículo, la investigación, etc. ya que en definitiva esto será lo que permita localizarlo y que no se pierda en la inmensidad de lo que ya hay escrito. Las palabras claves, en definitiva, traen el trabajo a la superficie y lo hacen visible cuando surge la necesidad del mismo.
Trasladado al ámbito de ‘lo profesional’, una palabra clave es la que nos puede permitir que seamos localizados e identificados, que es el primer paso para después diferenciarnos y en el mejor de los casos ser elegidos como opción profesional preferente. Pero bueno… vayamos por el principio porque hoy solo hablamos de ser “identificados y localizados”, el resto son otros capítulos.
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El método
Para determinar nuestras palabras claves podemos hacer un Brainstorming o lluvia de ideas sobre las palabras que más nos identifican, o subrayar las palabras que más se repiten en nuestro CV o en nuestra historia profesional, considerar cuáles son las más importantes para nosotros, o mejor aún, cuáles son las que utilizarán las personas que están buscando un perfil similar al nuestro…
…y bien, todo esto está bien, pero no sé por qué me parecen técnicas muy ambiguas y facilonas para lo que nos traemos entre manos, es más, creo que algunas de ellas nos pueden dispersar más que otra cosa.
Al objeto de buscar una relación coherente entre las palabras que determinemos, y sobre todo darle una estructura complementaria a nuestras palabras claves, se me ocurre que podríamos trabajar sobre cinco aspectos y de casa aspecto sacar dos palabras claves. De esta forma tendremos 5 áreas x 2 palabras = 10 palabras claves.
Yo he elegido las 5 áreas que te indico en el siguiente párrafo porque a mí me parecen las más descriptivas y valiosas, pero vamos, que si te animas a practicar esta actividad (bien para ti, bien para algún grupo con el que trabajes) siéntete libre de modificar lo que quieras en función a tus necesidades, las del grupo o personas con las que trabajes, tu propia realidad, etc., la movida está en poner el límite en 10, para fomentar la creatividad y afinar el foco hacia lo realmente relevante.
Algo que facilitará la tarea será tener acceso directo a nuestro CV, nuestro perfil de Linkedin, y toda información que ya tengamos elaborada sobre nosotros.
…¡Ah! y para evitar bloqueos, no busques desde el principio las “dos palabras” de cada área, invita o permítete buscar las que se te ocurran desde el principio (todas las que sean), para luego, cuando ya estén abordadas todas las áreas quedarnos con dos de cada una, así resultará más fácil, más dinámica y más fluida la técnica. Además, cuando tengas un buen puñado de palabras por cada área, si sabes observar qué se esconde detrás del criterio de elección que estás utilizando para quedarte con las dos definitivas de cada grupo, sabrás adivinar cuáles son tus intereses reales (recuerda que cada elección se sustenta en una base emocional, que en definitiva, es la que nos marca la pauta).
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5×2
Las cinco dimensiones que a mí me han parecido más prácticas para esta ejercicio, y que tendrás que contestar únicamente con palabras, son las siguientes:
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- ¿Quién soy?.- sí, ya sé que puede parecer una pregunta excesivamente abierta, transcendental, ambigua, ya… lo sé, pero dale una vuelta y elige palabras que expresen lo que eres (no te fijes ahora en actitudes, ni en modos de ser). No te estoy preguntando ‘cómo eres’, te pregunto ‘qué eres’. Procura no caer en respuestas del tipo “hombre”, “mujer”, etc., afina un poco más, anda… (venga que si te pones, salen).
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- ¿Cómo soy?.- ahora sí, cómo eres, actitudes, adjetivos que te definan… echa mano de la documentación que ya tienes disponible sobre ti, de tu CV, de tu historia profesional, qué te caracterizó en uno u otro episodio de tu trayectoria (o no trayectoria) profesional, cuáles son las actitudes que más se repiten y terminan por definirte en base a palabras.
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- ¿Cómo dicen que soy?.- …oh, ¡me encanta esta pregunta!, es una de mis ‘prefes’, sin duda. Y eso que probablemente uno no sea ni lo que creemos que somos, ni lo que dicen los demás que somos. Pero oye, no me digas que estas respuestas no dan referencias para tener una mayor perspectiva de nosotros mismos (y a mayor perspectiva de uno mismo, más capacidad de autogestión). Evidentemente esta pregunta no la puedes responder tú, va dirigida a los demás… así que ya sabes… a preguntarle a los demás (no hace falta alguien que te conozca de toda la vida, para nada, ten en cuenta que para esta actividad buscamos impresiones, percepciones, -no te pongas excusas, que verás cómo merece la pena-).
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- ¿Qué hago?.- ahí lo llevas, venga, con palabras, ¿qué haces?, …observa que si bien estamos buscando en el CV y en nuestra historia pasada, la pregunta está formulada en presente. Esto quiere decir que resultará inefectivo poner palabras que ya nos hayan caducado (esto es, cosas que hicimos y ya no hacemos).
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- ¿Qué genero?.- …qué produces, qué beneficio creas, qué problemas resuelves, qué aportas (que se pueda medir),… pregunta esencial que en definitiva, es la que le da valor a tu propuesta profesional.
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Afinando
Para que esto nos salga bien, y podamos darle un buen uso a esta palabras es importante tener en cuenta que…
Las diez palabras que nos salgan, en conjunto, deberían tener un carácter esencialmente descriptivo.
Nos encantaría que si alguien pusiera esas diez palabras en Google, saliera nuestro nombre en primer lugar, o dicho de otro modo, son las palabras que yo elegiría para facilitar mi localización.
Si las palabras en conjunto tienen un matiz telegráfico-inespecífico, ojo, este ejercicio nos servirá de poco. Si las palabras en su conjunto no expresan nada, o lo que expresan no me define, debería localizar y revisar aquellas palabras del grupo que están causando esta interferencia y rectificarlas, (no es fácil, no es imposible).
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Para qué nos puede servir
Pues tú decidirás qué hacer con estas palabras, algunas propuestas…
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- Para conocer si el mensaje que este grupo de palabras ofrecen está relacionado con lo que quiero, con mi objetivo profesional.
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- Para saber en qué punto estoy con respecto a lo que quiero, qué me hace falta, qué iniciativas podrían acercarme a mi objetivo (si experiencia, formación o más proactividad si cabe).
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- Para elaborar una presentación profesional breve con estas palabras. Jugar con ellas, hacer párrafos cortos que nos aliñen o nos faciliten el Elevator Pitch, ponerlas en nuestro CV, en nuestros perfiles, en nuestra web, jugar, jugar, jugar a elaborar cartas, textos, lo que quieras que te permita interiorizar la esencia de lo que quieres comunicar a nivel profesional y comunicarlo de una forma sencilla.
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- Para rectificar y variar mi Curriculum Vitae en función a todo lo anterior, y considerando mis palabras claves.
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- Para saber dónde resultan útiles estas palabras y a quiénes, a qué público objetivo me dirijo.
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- Para hacer un ejercicio de autoconocimiento efectivo, divertido (y ya te advierto que sufrido en algunos casos), que nos fuerza a mover las neuronas y focalizar nuestra propuesta en aspectos muy concretos.
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- Para tener otra perspectiva de nuestra historia profesional.
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- En definitiva, para expresarnos, y es que un CV no es más que un medio de comunicación, en el que el mensaje es tu propuesta profesional, una propuesta que cuanto más facilitemos su localización, más opciones nos generará, y las palabras clave nos ayudarán a ello.
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… y recuerda que esto es solo es un juego, que el objetivo es poner en funcionamiento nuestras neuronas hacia un objetivo concreto, genarar y abrir pensamiento sobre lo que somos y lo que ofrecemos profesionalmente, solo eso… que te cunda!
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Tu CV en 10 palabras
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Imagen de Bethrosengard vía pixabay
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Como no podía ser de otra manera, comparto plenamente las razonadas opiniones de mi amigo David y animo a los jóvenes en búsqueda de empleo a que lo pongan en práctica. Generalmente no miramos hacia dentro de uno mismo y ello hace que nos conozcamos solo superficialmente, craso error, pues si no te conoces, poco rentable será la oferta que haces de tu persona y de tus conocimientos.
Indagar en la web de la entidad a la que te deseas incorporar, es prioritario también y tener capacidad de adaptación, aún más. Las empresas buscan “actitud”, gente “emprendedora”, “creativa” y que sepa “trabajar en equipo”, lo demás se presupone que ya lo tienes, así que ¡adelante! en esa búsqueda apasionante que es el camino de vuestra vida.
Gracias Benito y felicidades por la parte que te toca.
Un abrazo!
David
Brutal tio, estamos conectados…¿Sabias que uso una técnica parecida, mas o menos? (Un poco mas larga porque aparece por ahí un tal Johary y tal)
La obtencion y, sobre todo ,el proceso de darse cuenta de quiénes somos y qué hacemos nos da otra dimensión y percepción ayudándonos a empoderarnos en la busqueda de empleo, somos conscientes de lo que aportamos.
Como siempre, me encantas.
Gracias Javi,
besitos!
d.