En teoría, o al menos así nos lo tratan de hacer ver, vivimos en un contexto social y económico en el que no existen oportunidades, o si existen parece ser que son pocas, casi todas están lejos y nos resultan inaccesibles. De esta forma desistimos, con desilusión, de buscar oportunidades que sirvan de palanca a nuestro talento, a nuestra felicidad… es como si el cubo de las oportunidades ya estuviese vacío… o lejano… (es una sensación muy típica de estos tiempos…al final te adormeces, te resignas… y fin de los intentos). RIP.
“¿Dónde están las oportunidades?”… va a ser difícil responder a esta pregunta si antes no te respondes a otra “¿Para qué quieres las oportunidades?”, y aún así, será más que complicado descubrir una oportunidad si lo que esperas encontrar es exactamente aquello que tienes en la cabeza… (hay que tener mucha puntería para eso).
Dicen que las mejores oportunidades las tenemos delante de nuestras narices, cuando escucho eso miro y… no veo absolutamente nada. Es normal sentir ese vacío, sobre todo si miro al mundo con las gafas de “encontrar mi oportunidad” y claro no termino de hallar mi “media naranja” y nada se acomoda a lo que deseo,… en otras ocasiones porque miro al mundo con las gafas de “¡quiero mi oportunidad!” y tampoco termina de funcionar porque la ansiedad empaña mi visión…
…creo que la clave está en nuestra manera de mirar. Para ver, hay que saber mirar, y saber mirar es SABER OBSERVAR. ¿Con qué ojos miras a tu entorno?, ¿Tienes una mirada conformista o transformadora?, ¿Miras desde la resignación o desde las posibilidades?… ¿Puedes ser tú mismo una oportunidad?, ¿Para quién, para quiénes?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?…
…utiliza tu creatividad, cambia el enfoque, cambia tu observador, mira tu realidad desde diferentes perspectivas, mírate desde otro lugar… si miras siempre desde la misma ventana vas a ver siempre el mismo trozo de mundo… ¿Te atreves a cambiar de posición?
…a veces se nos van las mejores oportunidades teniéndolas delante de nuestras narices… ¿Se nos van las mejores o no?…tengo la sensación de que tu manera de responder a esta pregunta tiene mucho que ver con tu manera de mirar el mundo… ¿o no?
…si siempre miras desde el mismo sitio, siempre verás lo mismo… si no te gusta lo que ves, cambia de posición…
De vez en cuando hay que subirse encima de la mesa para tener otra perspectiva: ¡Oh capitán mi capitán!
Y tanto que se nos van las mejores… Genial este post 😉
Gracias Carmen!
d.