Procesos y AprendizajeProcesos y AprendizajeProcesos y AprendizajeProcesos y Aprendizaje
  • Qué hago
  • Quién soy
  • Blog
  • El Formador 5.0
  • Descargas
  • Contacto

¿Procrastinamos porque Precrastinamos?

David Barreda 19 octubre, 2015
check list

A veces tengo la sensación de que las personas vivimos varias vidas en una. Quizás en algunas ocasiones esto sea necesario, constructivo y hasta recomendable, permitiéndonos conocernos en distintas dimensiones; y quizás en otros momentos no sea lo más saludable, sobre todo cuando esas vidas entran en conflicto.

De las vidas que vivimos hay dos que concurren paralelas y al mismo tiempo se condicionan. Me refiero a la vida de “lo que creemos que va a pasar” y la vida de “lo que realmente nos pasa”. Hay que reconocer que la relación entre estas dos vidas, cuanto menos, es apasionante.

Y es que las “expectativas” (que tan mala fama tienen) no dejan de ser un poderoso y creativo recurso que nos permite trazar el itinerario futuro hacia nuestros objetivos, eso sí, mal enfocadas se pueden acabar convirtiendo en una previsión de nuestro fracaso y un alimento de nuestra inmovilidad o falta de iniciativa.

.

La precrastinación (de pensamiento)

Hace unos meses hablaba sobre la precrastinación, un concepto referido a aquellas personas que quieren realizar sus tareas cuanto antes, incluso antes de lo que se precisa, aunque ésta estrategia implique una mayor inversión de esfuerzos.

La prescrastinación no deja de ser un “adelantarse al momento” o un “haz hoy lo que toca hacer mañana”, algo cargado de peligro en cuanto que es posible que estemos invirtiendo un tiempo y unos recursos que se terminen perdiendo por el desagüe de nuestra precipitación. Vamos, que preparar el banquete antes de confirmar los invitados no es la mejor de las estrategias.

Jugando con este término, caigo en la cuenta de la cantidad de veces que precrastinamos mentalmente. Esto es, ante una iniciativa, corre nuestra imaginación más rápida que el tiempo y las acciones, volando hacia el futuro y haciendo una previsión de lo que ocurrirá.

Esta “previsión mental” probablemente esté basada en nuestros ánimos, capacidades y experiencias pasadas con iniciativas similares. Vamos, que mentalmente nos adelantamos tanto que ya podemos ver el resultado de lo que nos va a ocurrir… como si ya conociéramos nuestra vida futura.

Así, si la “precrastinación” arruina tiempo y recursos invertidos precipitadamente, la “precrastinación mental” puede arruinar iniciativas que nunca se terminarán de poner en marcha.

.

La procrastinación (de obra)

Se dice que la procrastinación es la acción (o en el peor de los casos el hábito) de aplazar aquellas actividades que debemos atender y requieren necesariamente de nuestra participación.

Imagínate esas ocasiones en las que elaboras la lista de cosas que tienes que hacer esta semana, y descubres que conforme pasan los días se van quedando a la cola las tareas que te resultan más pesadas, conflictivas o menos deseables… abordando en primer lugar aquellas cosas más irrelevantes, accesibles o agradables de esa lista.

De esta foma, generamos la ilusión de estar afrontando las “tareas pendientes” cuando en realidad las aplazamos y agrandamos su pesadez, (ejemplo: hasta que no tenga la mesa del despacho ordenada, no empiezo a trabajar…).

.

Precrastinación mental, procrastinación conductual

Sin pretender explicar el origen de nuestra falta de afrontamiento, me gustaría cruzar la realidad de la procrastinación con la precrastinación mental, esto es: como ya imaginamos lo que va a pasar y estamos actitudinalmente seguros de ello, preferimos no abordarlo (o aplazarlo si no nos queda más remedio).

Cada vez que precipitamos mental y ferozmente los inconvenientes y dificultades ante una tarea que necesitamos abordar, ponemos en marcha nuestra imaginación para que considere el tiempo, los recursos y las emociones que vamos a vivir ante los inevitables obstáculos que se nos van a presentar. En otras palabras, anticipamos en nuestra cabeza el esfuerzo, el pobre resultado de nuestras acciones, y al mismo tiempo perdemos de vista el beneficio que podríamos obtener, elaborando argumentos para ahogar nuestras iniciativas. Iniciativas necesarias para las tareas que precisamos afrontar.

(Es como quien cree que echar el curriculum no sirve para nada -que de hecho, sirve de más bien poco-, y como no sirve para nada no termina echando ninguno, o mucho peor, lo que termina entregando no es el mejor CV pudiera entregar, tanto en el fondo, como en la forma… total, como no va a servir para nada…).

En definitiva, aplazamos, juntando lo incómodo de la tarea que tenemos entre manos con la expectativa de un pobre resultado, todo ello bien condimentado por nuestras ‘peores pesadillas’ que hacen probables los peores pronósticos.

.

Se nos va la productividad (por omisión)

Este ciclo de “precrastinar mentalmente” para luego tener argumentos que apoyen nuestra “procrastinación” es una forma de desinflar nuestra creatividad, y con ella nuestra productividad.

Lo curioso de esto es que terminamos no siendo productivos en función a un puñado de especulaciones que pueden tener más o menos base, pero que no dejan de ser eso: especulaciones. Así, convertimos los retos (cotidianos o vitales) que tenemos que afrontar en “tareas pendientes”… a pesar del alto coste emocional que suma cada “tarea pendiente” que nos generamos [hay personas que viven realmente ahogadas en sus “tareas pendientes”, bloqueadas y emocionalmente desgastadas].

¡Ojo!, que conste que no estoy tratando de decirte que si tienes buenas expectativas sobre una tarea y te llenas de energía positiva vas a conseguir realizarla de una manera más sencilla, porque la verdad, no me creo mucho las místicas teorías de “si lo deseas, te vendrá”, para nada. Soy más de los de “ponerse manos a la obra”, y mientras sí, si quieres desearlo y tal pues estupendo, pero fundamentalmente pongámosnos a currar en lo que necesitemos abordar (cuanto antes mejor).

Lo que sí pongo encima de la mesa es que ante una tarea que tenemos que afrontar, y que no nos resulta cómoda, es fácil que “precrastinemos mentalmente” y que esa previsión esté cargada de inconvenientes que hagan sombra al enorme beneficio que siempre tiene sacarnos aquello que hemos bautizado como “pendiente”…. y es que, cada “cosa pendiente” que afrontas, es como sacarse una espina clavada en los músculos de tu propia motivación.

Sí es cierto que una buena actitud ante los retos, si bien no me garantiza los resultados, me facilita generar las mejores condiciones para afrontarlo de la forma más adecuada. Y mucha veces una “buena actitud” tiene poco que ver con abordar las cosas con una sonrisa en la cara, una buena actitud  lo que me permite es aceptar y asumir lo que tengo que hacer (independientemente de los ánimos que tenga) y la posibilidad de abordar caminos diferentes a los que imagino e incluso ya he transitado, algo que me puede resultar más incómodo por desconocido e inédito, pero más nutritivo para mi catálogo de aprendizajes e incluso más efectivo en tu cuenta de resultados.

Esto no es fácil, porque nuestro cerebro viene programado para sobrevivir con el menor gasto de energía, y eso nos avoca a repetir viejas estrategias que ya conocemos e imaginamos antes que aventurarnos a encontrar o crear nuevas soluciones…, pero bien es cierto que nuestro cerebro, por muy perfecto que lo consideremos, no es del todo infalible y en más de una ocasión nos vemos obligados a exigirle un esfuerzo extra… conformarnos con lo que nos imaginamos en función a lo que hemos vivido es condicionar nuestro futuro a expectativas pasadas, menospreciando gran parte de las posibilidades que seríamos capaces de generar si nuestro cerebro se levantase de nuestro ‘sofá mental’ y moviera su culo con más agilidad (sin pensar tanto en el resultado)…

…y es que cuando precrastinamos mentalmente, anticipamos las estrategias y anulamos la creatividad. Y sin creatividad no hay nuevas estrategias, y sin nuevas estrategias, como cantaban los Sex Pistols, no hay futuro, no tenemos futuro.

Imaginemos entonces, pero imaginemos bien, aprovechando lo aprendido en el pasado para construirnos un futuro diferente.

.

.

—-

Procesos y Aprendizaje

puedes seguirnos

en

FACEBOOK (de una manera diferente)

y

en

TWITTER (compartiendo caracteres)

—

.

¿Procrastinamos porque Precrastinamos?

0

David Barreda

Más posts de David Barreda

2 comentarios

  • anna Responder 19 octubre, 2015 at 12:32 pm

    Tus comentarios están muy en sintonía conmigo y la música también… Es un placer leerte. Mis felicitaciones.
    Esta es el desarrollo excelente de la frase lapidaria de mi madre: hija, no seas una dejada…

    • David Barreda Responder 21 octubre, 2015 at 8:30 pm

      Muchas gracias por tu comentario Anna,

      …va a ser que nuestras madres tenían algo de razón 😉

      Un saludo, gracias por comentar y por darle valor al artículo!!

      😀

Deja un comentario

Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a mi Newsletter

ENVIAR
condiciones de uso

Thank you!

We will contact you soon.

Categorías

  • Aprendizaje
  • Charlas
  • Coaching
  • Desarrollo Personal
  • Desarrollo Profesional
  • Docencia y Didáctica
  • Empleo y Emprendimiento
  • Equipos e Inteligencia Colectiva
  • Formación
  • Inteligencia Emocional
  • Marca Personal
  • Miscelánea
  • Procesos
  • Procesos y Aprendizaje

Post más populares

¿Por qué coño no consigo trabajo de lo mío?

Posted on 17 octubre, 2014
01
david barreda orientación profesional marca personal branding equipos

¿Qué momento marcó tu vida profesional?

Posted on 13 noviembre, 2017
02

Buscar trabajo no es buscar ofertas

Posted on 29 enero, 2015
03

Cosas que he aprendido con gente que busca trabajo

Posted on 26 febrero, 2015
04

B.Y.N.M.W.T.S.

Posted on 30 septiembre, 2019
05

Etiquetas

andrés pérez ortega aprendizaje asertividad blog procesos y aprendizaje buscando inspiración coaching competencias comunicación creatividad david barreda desarrollo personal desarrollo profesional efectividad emociones empatía empleo emprendimiento Espacio Knowmads eva collado formación gestión emocional habilidades sociales inteligencia colectiva inteligencia emocional Knowmads liderazgo Marca marca personal metas y objetivos Networking orientación profesional personal branding proactividad procesos procesos y aprendizaje productividad propuesta de valor propósitos proyectos redes sociales toma decisiones toma de conciencia trabajo trabajo en equipo videos

Sígueme en mis redes

Facebook

Youtube

Twitter

Linkedin

Instagram

David Barreda contacto
Aviso legal · Cookies
  • Qué hago
  • Quién soy
  • Blog
  • El Formador 5.0
  • Descargas
  • Contacto
Procesos y Aprendizaje