#citaciega
“…llegó a casa,
y estuvo bien…”
‘El arquitecto imperfecto’, de Fátima M. Roldán
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…sí, lo reconozco, tenía muchas ganas de volver… de retomar el blog, de invitaros a CASA, de seguir compartiendo… pero también me he vuelto a dar cuenta de que las cosas tienen su proceso y requieren de tiempo, y de cariño…
…y que precisamente ese proceso, al final, termina aportando mucho más valor que el propio resultado…
…y por eso, los procesos… hay que respetarlos, sobre todo cuando todo está donde tiene que estar, y todo el mundo está haciendo lo que tiene que hacer. Es sencillo, pero no simple, es básicamente necesario: darle tiempo y espacio a las cosas, para que todo encaje… con acción y propósito… con trabajo y atención…
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Un feliz verano sin vacaciones
El 29 de junio publicaba mi último post, antes del verano. Para mí era una entrada importante ya que en ella compartía, a muy grandes rasgos y sin entrar en detalles, lo que sería mi trabajo en las siguientes semanas. Me apetecía compartir mis líneas estratégicas y también hacer un punto y aparte de forma explícita.
Fue curioso. Nada más publicar ese post comencé a recibir mensajes que me deseaban unas felices vacaciones y un buen y merecido descanso. Os juro que repasé el post varias veces para ver dónde puñetas escribí que me iba de vacaciones. Pero bueno, la verdad es que terminé agradeciendo todos y cada uno de esos mensajes que no dejan de ser una manifestación de la estima que te tienen algunas personas.
…lo cierto es que las siguientes semanas fueron de trabajo. De mucho trabajo. Efectivamente no tuve vacaciones o, mejor dicho, no ‘cesé mi actividad para descansar’ (que son las vacaciones de los autónomos). Lo que ocurrió este año es que este periodo de ‘actividad continuada’ fue voluntario, deseado y provocado por mí mismo, así que puedo decir, aunque suene extraño, que tuve un ‘feliz verano sin vacaciones’.
Asumo las consecuencias, y pondré remedio (qué vamos a hacerle).
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Un tipo disperso
Del 29 de junio al 15 de julio fueron dos semanas frenéticas, en las que dio tiempo a cerrar algunos procesos, viajar a Honduras de nuevo e impartir una formación allí, regresar y seguir impartiendo formación en España. El objetivo era parar toda la actividad con los clientes a mitad de mes.
Luego sabía que tenía que largarme para lo que quería hacer. Tenía que irme de mi contexto habitual, buscar un sitio adecuado y centrarme en el trabajo… pero en ‘otro tipo de trabajo’.
Verás, y te lo digo de corazón y no me importa escribirlo: soy un tipo que se dispersa con cierta facilidad. Me distraigo con cualquier cosa, mi atención es fácil de seducir con el mínimo estímulo… lo que ocurre es que esa dispersión la termino reduciendo con mi constancia, y creo que ahí está mi fortaleza. No soy de respuesta inmediata, ni uno de esos cracks brillantes que hacen todo en un ‘plis’, realmente creo que mi fortaleza radica en insistir, trabajar, persistir… y la verdad, lo llevo bien y no me importa.
El 17 de julio llegué Ramil, una aldea situada en el centro de Galicia. Sin ruidos, sin apenas gente, sin wifi y con una temperatura ideal para trabajar, nada que ver con el asfixiante clima sureño que te machaca las energías. Ahora estaba donde quería.
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5 semanas
Tenía cinco semanas. Luego debía regresar al sur por una cuestión personal. Tenía que aprovechar bien el tiempo y creedme que así fue. Me levantaba pronto, caminaba, me ponía a currar, caminaba… además caminaba por unos sitios bien chulos, lo del bosque en Galicia es realmente increíble… (por eso estos días me encuentro realmente revuelto con todo lo que allí se ha quemado).
…por cierto, si estás pensado que estas cinco semanas las dediqué a rediseñar mi web, mis servicios y tal… te equivocas…
…a ver, sí… como todos los veranos reservé un tiempo a evaluar cómo me han ido las cosas este año, qué es lo que me gustó, qué no me gustó y darle una vuelta a todo… incluida la web, el blog y la redefinición de lo que hago. La verdad es que necesitaba realinear lo que decía la web con lo que estoy haciendo actualmente.
Considero que cualquiera que se gane la vida, hoy en día, con lo que sea capaz de generar por sí mismo debería de invertir un tiempo cada año en esta actividad que consiste básicamente en tomar conciencia de “dónde estoy, qué he hecho para estar aquí, hacia donde me lleva lo que hago y si es allí donde quiero ir”. No te creas que se necesita de mucho tiempo para esto, tan solo requieres de unas cuantas horas, durante dos o tres días, y un soporte en el que recoger tus ideas, proyectos e impresiones (por cierto, te recomiendo que utilices el mismo soporte todos los años, para leer lo que has escrito en cursos anteriores, y constatar cómo vas cambiando, qué se va consolidando, qué se deja atrás, etc., ¡merece la pena!).
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El resto del tiempo lo dediqué a saldar una cuenta pendiente conmigo mismo. Un trabajo que llevaba meses (muchos meses) esperando poder afrontar. Un trabajo que me requirió de más disciplina de la que pensaba, de una semana de diseño, cuatro de desarrollo, muchas horas y algún dolor de cabeza…
…en algunos momentos tenía la sensación de que me habían quedado un puñado de asignaturas para septiembre y estaba castigado en la silla, jodido… en otros momentos que hacía lo que debía …otras veces sentía que estaba perdiendo el tiempo de una forma más o menos instructiva…. así que la incertidumbre se mezcló con la creatividad, el miedo con las ganas y el sentido del deber con el sentido del querer… un cóctel que a veces sentaba fantásticamente bien y otras como un tiro la barriga…
…el 18 de agosto di por finalizada la primera parte de este proyecto, del que espero hablarte antes de que acabe este año.
El 21 de agosto ya estaba en Huelva, resolviendo cuestiones personales y arrancando el curso. Ya estaba de nuevo on the road.
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En activo
Durante todo este tiempo, en el que desactivé de mi teléfono las RRSS, decidí mantener todos los canales de conversación abiertos. Cualquiera que quiso pudo hablar conmigo por teléfono, por correo o por cualquiera de los chats de los que participo, insisto, todos los canales estaban abiertos. De hecho, así ocurrió. Estar aislado no tiene por qué implicar estar incomunicado… solo que las comunicaciones en estos casos son intencionadas y buscadas, algo que termina siendo más que satisfactorio y te permite ser más efectivo.
Y es que, durante todo este tiempo el mundo no se paró y yo participé de él, no estuve ausente. Además de lo que te he contado, seguí hablando con clientes, entregué algún presupuesto y cerré alguna colaboración… en definitiva, he seguido en activo. Lo único que hice fue aparcar y suspender aquellas actividades profesionales que entendía que suponían una interferencia importante en lo que quería hacer… si no, conociéndome, no iba a llegar ni de coña…
…no, no cerré por vacaciones. Ni realicé ninguna desconexión de mi Marca Personal, que, créanme, nunca ha estado más activa que en estos últimos meses.
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Lo que no me esperaba
Lo que no me esperaba era descubrir ciertos matices que tenía olvidados, o perdidos. Ni aprender tantas cosas como he aprendido, algunas de las cuales seguro que os iré contando…, de hecho, me apetece mucho compartirlas con vosotros cuando vaya tocando.
Sabes, he trabajado en un sitio precioso. Podría haber compartido fotos chulísimas, ir hablando de mi trabajo, de los avances que iba consiguiendo, o de las dificultades que encontraba… pero… no lo hice, no lo veía necesario… eran experiencias propias, personales… que vividas así recuperan su sabor y su valor… cosas que viví sin verlas a través de la pantalla de mi teléfono… cosas que viví sin esperar el retorno de mi ‘comunidad virtual’, con la que me siento muy a gusto y a la que sí quiero en mi vida…
…y es que, hay cosas que no son un secreto… pero tampoco se viven para contarlas, no hace falta. Cuando hacemos algo (lo que sea) y lo compartimos públicamente esa variable de exposición pública está presente, se mete en la experiencia y la condiciona de alguna manera, es así, no nos engañemos… esperamos la respuesta de la audiencia, y en todo ese tiempo dejas de estar presente de alguna manera… aunque sean solo unos pocos minutos, y ahí se nos pierde algo…
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Vuelvo a Casa
Durante todo este tiempo mi ritmo de trabajo ha seguido igual. Mi facturación no ha bajado. La gente sigue teniendo una idea muy clara de lo que soy, de lo que ofrezco, de la manera en la que trabajo… y no hizo falta estar todo el tiempo por aquí.
Me alegra que leas esto. Que estés aquí. Que visites todos los rincones de este espacio, del que también te iré contando algunas cosas… y que no tiene otro propósito que el de seguir intentando expresar quien soy, qué aporto y para qué puedes contar conmigo.
Un abrazo.
Feliz.
David
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PD.- …sí, el título del post es el de la canción de Iván Ferreiro…
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Preciosa casa, y preciosa apertura y presentación de la misma… por ahora hogareña y confortable y, como siempre, con muchos “muebles y estancias” dentro. Hablando además de mi tierra Galicia, no se me ocurre un mejor sitio para “reiniciar”… Felicidades por la vuelta de la no-ida.
Muchas gracias Patricia!
…un placer recibirte en esta casa, que es tuya. Gracias por estar!!
Seguimos!
d.
Me encanta, enhorabuena!!.
Gracias Marián!
Nuevo comentario, nueva web, nuevos proyectos.
Enhorabuena!!
Precioso artículo, precioso el mensaje y preciosa la canción de Ivan
Bienvenido, David: por hacernos sentir quesera es, también, nuestra casa.
Seguimos (leyéndote).
Abrazo fuerte.
Muchas gracias, Pedro,
Ya sabes que me encanta que formes parte de esto.
Un fuerte abrazo!
d.