#citaciega
“…pasaba de un lado a otro,
sin rozarse con las paredes (ni con nadie)…”
De Las habilidades invisibles,
Fátima M. Roldán
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Estoy esta semana trabajando en Ciudad de Panamá, en Panamá, de la mano de la Escuela Andaluza de Economía Social, cuyo equipo estamos participando de manera activa e implicada en la Capacitación de los Delegados y Delegadas de la Cooperativa Coacehl.
En esta formación, vuelvo a profundizar en el tema del impacto de las emociones de cada componente de un equipo en la efectividad colectiva. Y es que, más allá de que exista una Inteligencia Colectiva, e incluso pudiera existir una ‘Inteligencia Emocional Colectiva’, lo cierto es que en un caso y otro operan una circunstancia: según sean las normas, costumbres, cultura,… de un equipo, así será su inteligencia.
Así, un mismo equipo con unas normas u otras, tendrá unos u otros resultados, siendo el colectivo más o menos inteligente. La cuestión es que esto, que opera muy bien en la parte técnica de un equipo, no creo que sea suficiente en la parte emocional…
…del mismo modo que tampoco creo que un equipo funcione bien, si tiene deteriorada su estructura emocional.
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Inteligencia Emocional Colectiva
Lo mismo cualquier experto en la materia me fusila por lo que voy a decir, pero bueno, como antes de fusilarme tiene que encontrarme, mientras tanto, lo comento.
Para mí, la Inteligencia Emocional Colectiva es la capacidad que tiene un colectivo para conocer qué emociones están operando en un momento determinado, qué mensajes están aportando estas emociones, y qué capacidad tiene el colectivo en canalizar las mismas, de manera efectiva, hacia los objetivos compartidos y deseados.
La cuestión es que un grupo o un equipo, no siente… las que sienten son las personas. Así que la Inteligencia Emocional Colectiva (esto es mi opinión), se basa en una buena ‘salud emocional individual’, que genere las sinergias adecuadas que permitan afrontar situaciones, superar obstáculos y sacarle todo el partido a los éxitos.
Lo complejo del tema es que una misma situación puede ser vivida por una u otra persona de manera muy distinta. Vamos que en un equipo, una misma incidencia puede ser vivida por algunos como un problema, por otros como un reto, por otros como una oportunidad, un ataque, etc.
A mí esto me lleva a que una vez clara la visión, misión y los valores compartidos de un colectivo, y una vez desarrollada las estrategias y normas aplicables y necesarias para que el proyecto pueda funcionar… entonces, hay que volver a las personas, a título individual, para dotarlas a cada una de ellas de las herramientas y estrategias emocionales que le permitan una gestión de las relaciones y los proyectos, que no supongan un obstáculo o freno para el equipo, ni para esa persona, y que la haga más efectiva.
…vamos que la inteligencia emocional colectiva, empieza por la inteligencia emocional individual.
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El canal
Esta mañana me han llevado a visitar el Canal de Panamá. Me ha encantado. Me parece una obra de ingenio enorme. No sabía que los barcos que quieren pasar de un océano a otro a través de Panamá tienen que navegar por un lago que cruza el país sobre el nivel del mar, y al que se accede subiendo y bajando unas exclusas que le hacen de ‘escalones’ a esos barcos gigantescos.
En algo tan grande, me llama mucho la atención la importancia de la paciencia, el momento adecuado, la persistencia y la minuciosidad. Todas ellas actitudes que focalizan el proceso en su justa medida, absolutamente necesarias y altamente rentables.
Una de las caras de la paciencia es ‘el no precipitarse’, algo que en ‘el mundo de las prisas’ a veces es harto difícil conseguirlo. Además, en cuestiones personales estamos muy enganchados a los juicios rápidos con sentencias definitivas, confundiendo en demasiadas ocasiones a las personas con algún hecho, o peor aún, con sus errores.
El momento adecuado es aquel que permite gestionar nuestra atención efectivamente en aquello que nos ocupa. Si lo piensas bien, aún sabiendo cómo poder desatascar algún conflicto emocional en un equipo de trabajo… si esto no se hacen en el momento adecuado, la estrategia se nos deshace como un azucarillo en una corriente de agua.
En las grandes obras los obstáculos suelen correlacionar con la envergadura de las mismas. Y la aparición de obstáculos son inherentes a cualquier obra. Por mucho que tengamos capacidad de previsión, entra dentro de lo normal en un proyecto que nos encontremos con piedras en el camino. Encontrarse con obstáculos no siempre es una cuestión patológica o de torpeza.. es algo natural. En los equipos de trabajo ocurre algo parecido, y la persistencia a la hora de afrontar los desencuentros e interferencias personales es una necesidad… siempre que la persistencia no se confunda con insistencia, agresividad o que se termine haciendo lo que uno quiera.
Cuando un carguero pasa por el canal debe ser minucioso, incluso es ayudado por personal del canal en el mismo barco, en tierra y por cargueros y máquinas de arrastre. Pareciera que en este tipo de embarcaciones gigantes, la minuciosidad no tiene cabida. Somos minuciosos en un equipo de trabajo cuando prestamos atención al ‘detalle’ dentro del contexto ‘global. Los equipos son abstracciones… una etiqueta que nos permite ponerle nombre al colectivo… y dentro de estas abstracciones globales, la persona es lo real y lo concreto, miembro a miembro del equipo. Perder de vista el detalle, pasarlo por alto o incluso sacrificarlo por el bien de una abstracción, en muchas más ocasiones de las que pensamos, ya no es que dinamite los equipos, es que dinamita los procesos. Ser minuciosos, es ser cuidadosos con las piezas más importantes de un equipo, las personas.
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En definitiva, que me imaginaba yo al océano Pacífico como el hemisferio izquierdo y el océano Atlántico como el derecho, siendo el canal ese cuerpo calloso que permite la conexión y la conciliación de ambos lados. Y es que no basta únicamente con la parte técnica, ni con la parte emocional.. necesitamos de ambas, y de ambas en conexión.
Como en un equipo, donde la paciencia, el momento adecuado, la persistencia y la minuciosidad son el contexto necesario para el flujo óptimo de las relaciones, el incremento de la inteligencia del equipo, de su inteligencia emocional y de su efectividad colectiva.
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El canal emocional
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