Tenía la idea en la cabeza desde hace unos meses, pero en estos días, reflexionando sobre el artículo que Andrés Pérez Ortega publicó el martes en su Blog, este pensamiento se me ha actualizado hasta el punto de haber sido ‘portada’ en algunas de mis ediciones mentales (en la sección de ‘Proyecto Profesional’). Vaya por delante que el artículo referido, además de gustarme mucho, refleja una línea con la que cada vez me siento más identificado.
Lo que marca la diferencia no está en Google, y es una buena noticia, y mola, y no tiene nada que ver desde mi punto de vista con volverle la cara a lo digital. Y es que en el punto en el que estoy cada día tengo más claro que ‘lo virtual’ ya forma parte de nuestras vidas, y que darle la espalda a toda esta movida es una temeridad… y sí, claro, que tampoco se trata de resultar fagocitado por el mundo de las Redes (una palabra que cada día confirmamos que está muy bien elegida).
La idea de que “lo que marca la diferencia no está en Google” es algo que estoy descubriendo en mi propio proceso de toma de conciencia y gestión de mi Marca Personal… más concretamente, comencé a verlo con mayor claridad en el momento en el que sin terminar de encontrar las palabras justas que me ‘posicionaran’ tal y como yo siento que quiero posicionarme, decidí hace unos meses preguntarle a colegas, clientes, alumnos, coachees, maestros,… cómo me percibían ellos…
…fue entonces cuando me di cuenta que si bien las respuestas que me dieron ciertamente aclaraban mi percepción, por otro lado la mayoría de cosas (las más importantes) eran aspectos que no se podrían ‘encontrar’ en Google. De hecho, reconozco que aún sigo sin encontrar el modo de expresarlas de la manera más adecuada e incluso reflejarlas en esta web sin diluir lo que me identifica en ‘algo más de lo mismo’. [Es lo que tiene trabajar con ‘intangibles’, que es muy chulo para algunas cosas, pero un rollazo para otras].
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¡Viva Google! (si no esperas resultados)
A estas alturas tengo que reconocer que en los casi tres años que llevo de andadura virtual los aprendizajes han compensado el coste. Y sí, algún rodeo para llegar donde muchas veces quería he tenido que dar, y que un puñado de horas se perdieron no sé muy bien dónde…
…pero repasando, si no me hubiera adentrado en lo digital considero que se me hubieran escapado algunas oportunidades a las que no habría podido llegar de otra manera. Sí es cierto que nunca me he obsesionado con los resultados, que todo esto lo he visto fundamentalmente como una manera de invertir en mí, en mi aprendizaje, en mis conocimientos, en mi posicionamiento, en ver hasta dónde puedo llegar en algunos aspectos profesionales… y que quizás, condicionado por mi potente ‘incredulidad’ inicial, eso frenó mis expectativas en el origen, haciendo que todo lo que me viniera después en este sentido fuera percibido como “un regalo”.
Además de los trabajos que haya podido generar y las personas que haya podido conocer con las que haya podido interactuar, uno de los aspectos que percibo como más relevantes (por no decir el más importante) es el afianzamiento de tu posicionamiento en los clientes que ya tenías y los que te van saliendo, que ven reforzada su opción sobre ti al encontrarte en las Redes actuando de una determinada manera y siguiéndonte de un modo u otro. Y eso, mola.
¿Ruido en las redes? Mucho. ¿Relaciones mercantilizadas? Mogollón. ¿Intercambio de likes, tweets y toda la movida? Apabullante. ¿Peloteo generalizado? Abrumador. ¿”jajajas”, “agradecimientos” y “felicitaciones” más descapitalizadas que un candado sin llave? Yes, muchas…
…pero ¿es que a caso en el mundo off line no hay ruido, relaciones mercantilizadas, peloteo, gurús, y egos subidos de tono, e iniciativas interesadas? ¿Y qué hacemos cuando convivimos con ellas y nos las encontramos?… por lo menos aquí, siempre puedes cerrar la aplicación o bajar la pantalla de tu portátil para echarlo a dormir un rato… tú eliges.
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A mí me gusta (tu manera de caminar…)
He conocido a gente con la que interactuaba en la red y que ‘en persona’ me han parecido frías y distantes, otras prudentes, otras eran exactamente igual que como se mostraban (exactamente igual de amables, de cercanos, de distantes, de tímidos, de ‘te miro desde arriba’, de generosos, de ‘petardos’ …); otras personas han sido una grata sorpresa, otras una ‘no tan grata sorpresa’… y joder, hay otras personas que han sido una auténtica fortuna y delicia haberlas podido desvirtualizar e incluso colaborar con ellas. Y acepto, que tampoco tengo del todo claro qué tipo de impresiones son las que yo mismo genero cuando llego al mundo de lo físico (<- esto es una metáfora) con alguien que únicamente conocía de ‘la red’, algo que la propia interacción natural ya me irá dando pistas y que yo trataré de interpretarlas de la manera más acertada posible.
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Pero amigos, amigas… todo esto es una gran ventaja, es una chulada, porque digas lo que digas en internet, hagas lo que hagas en este entorno, si bien son cosas que tienen un impacto sobre los demás y una repercusión sobre ti, por mucho que gestiones de una forma u otra tu huella digital, aunque allí tengas una imagen “impecable“ (el entrecomillado es absolutamente intencionado) lo que de verdad te diferencia y te hace único es lo que realmente eres en el mundo ‘de lo real’…
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Lo que no está en Google es lo que en definitiva nos marca la diferencia, porque es algo que no nos pueden copiar… no te pueden copiar tu manera de dar la mano, tu manera de sonreír, tu manera de estar… tu postura, tu manera de sentarte, tu manera de empezar una reunión, tu forma de encarar una situación complicada, tu manera de resolver un problema, tu forma de abrazar cuando terminas un trabajo, tu gesto amable, tus detalles de cortesía, el guiño con la persona que tienes delante, tu manera de cabrearte, tu manera de reaccionar, tu estilo de dejar paso y tu estilo de reclamar tu posición, tu manera de ofrecerte, la elegancia a la hora de mostrarte como una opción preferente… ufff, todo esto es una pasada… y no te molestes en contarlo en Google, ni de coña, no te molestes porque es imposible que todo esto se perciba REAL… y viva la ‘netiqueta’, que me parece deliciosa, necesaria y MUY importante, constituyéndose en uno de los mejores apoyos que podemos tener en el mundo virtual para mostrar nuestro lado más humano….
….pero compañeros, compañeras… nada de lo anterior nos lo pueden copiar, y todo lo anterior es lo que nos hace SINGULARES y ÚNICOS… mucho más que cualquier pirueta que tratemos de hacer en las redes, mucho más que cualquier encaje de bolillos que se nos ocurra tejer entre nuestros contactos, o incluso mucho más que cualquier extravagancia que ponga el foco sobre nosotros (y que estúpidamente creamos que terminaremos monetizando).
…a mí esto me encanta… porque es una forma de dejar de buscar nuestra singularidad para terminar tomando conciencia de ella… porque para mí es PURO PERSONAL BRANDING tomar conciencia de…
…mi manera de entablar una conversación, mi manera de entrar en una reunión, de comenzarla, de intervenir en ella, mi manera de escuchar a quien tengo delante, dar la mano, de sonreír…
…sin sobreactuarnos…
…nada de esto, nada de esto lo encontraremos realmente en Google, y todo esto (y más) es lo que precisamente nos hace singulares, reconocidos (a través del más eficaz y espontáneo ‘boca a boca’ que podamos generar) y por supuesto memorables.
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Procesos y Aprendizaje
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Lo que marca la diferencia no está en Google
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Imagen de Geralt vía pixabay
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Querido David, qué identificada me he sentido con tu post. Mi andadura es más cortita que la tuya, pero siento muchos paralelismos.
A veces me abruma el “amor” verdadero o falso que se desprende de la red. Aunque me pueda equivocar con algunas personas, me quedo con el grueso de gente generosa que me hace compañía en sueños, esfuerzo y trabajo. Estar “tan cerquita”, a golpe de click, de gente como tú, con quien comparto pasión, me hace feliz.
Un abrazo
Nerea
Apreciada Nerea,
Pues la alegría es mutua. Poco a poco, paso a paso, click a click… es necesario ir aprendiendo y aprendiéndonos a movernos e interactuar en todos los contextos que habitamos, y en ello van implícitos nuestros aciertos y nuestros desaciertos. Yo, igual que tú, prefiero quedarme con toda la generosidad y toda la sinergia que se genera en lo virtual… y el regalo de ratificarlo en ‘lo real’.
Un abrazo compañera!
David