#citaciega
“…te pareces tanto a mí
que no te aguanto…”
‘Onésimo’, de Fátima M. Roldán
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Es verdad… lo reconozco… he puesto este título para captar tu atención… una actitud sensacionalista y absolutamente reprochable para un-blog-como-dios-manda… a pesar de que efectivamente voy a a hablar de pajas…
…ojo, NO me refiero a las PAJAS FÍSICAS…
…a ver…
…son PAJAS FÍSICAS las cañitas que resultan del trigo, la cebada y otras gramíneas después de separarlas de su grano… o a esos tubitos de plástico que se utilizan para sorber líquidos y que están destrozando nuestros océanos…
…de esas no, no voy a hablar de esas pajas…
…me refiero a otro tipo de pajas…
(así no voy a posicionar al Blog en la vida…)
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De pajas
…de lo que hablo es de esas ‘pajas en ojo ajeno’…
…en especial de las que nos encanta identificar en el otro y nos causan un tremendo rechazo…
…a pesar de que paradójicamente puedan estar reflejando comportamientos que nosotros mismos también llevamos a cabo …
…la cuestión es que si nosotros también nos hacemos nuestras pajas… ¿por qué nos causa tanto malestar ver la paja del otro?
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Yo sí, tú no
Resulta curioso observar cómo en muchas ocasiones renegamos de nosotros mismos censurando de lo que hacen otras personas.
Esto es, ves a alguien hacer lo mismo que tú y no se te ocurre otra cosa que masacrarlo tratando de encontrar evidencias de su mala praxis, su falta de rigor, su falta de originalidad, su carencia de profesionalidad, etc.
Actuamos y nos creemos eso de “yo sí sé hacerlo, pero tú no”… porque yo me conozco y sé desde dónde lo hago, porque creo que me he preparado mejor, tengo mejores competencias, me fío de mí, y además no sé dónde coño has salido tú para que estés haciendo lo mismo que yo… o quién puñeta te ha dado la autoridad para hacerlo… y además, me estás quitando cuota de mercado y estás contribuyendo al descrédito de ‘algo’ que yo cuido (yo sé cómo), yo nutro y yo desarrollo.
Con un poco de perspectiva nos damos cuenta de que esa actitud, hija de la mediocridad y la falta de seguridad, supone una proyección de un puñado de complejos que nos suele revolotear y sabotear el ejercicio de nuestra competencias profesional y de lo que somos a nivel personal (los modernos lo llaman “manifestación del ego”).
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Un reflejo de nosotros mismo
Vernos proyectados en los demás tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.
Por un lado, puede ser una buena clave de conexión, sobre todo si la otra persona tiene una significación positiva para nosotros, bien por afinidad personal o profesional, porque supone un referente para nosotros, o por cualquier otra cosa… en el mejor de los casos, la sinergia está servida.
Por otro lado, verte proyectado en los demás puede parecerse a toparte con una caricatura de ti mismo. Así, a través de lo que el otro dice y hace se te revelan actitudes y conductas que te recuerdan sospechosamente a ti, que incluso parecen poner de manifiesto tus propias ilusiones, intenciones, metas, aspiraciones, errores, imprecisiones, peloteos, injusticias, condescendencias, etc. Algo que termina transformando la vergüenza ajena en vergüenza propia y que nos resulta especialmente incómodo.
Preferimos masacrar al otro a vernos reconocido. Yo no soy así.
Tengo que marcar la diferencia… generar distancia toda costa.
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Lo que marca la diferencia
Sé que todo esto de lo que hablo es muy sutil, y que cada uno sabrá en su fuero interno (si se atreve) cuándo está formulando una crítica necesaria (porque las críticas fundamentadas son necesarias para el desarrollo y el propio rigor de las cosas) o un acto de excesivo celo en el que se prefiere “matar al otro” por considerarse la “reserva moral” de algo o de sí mismo.
La cuestión es que ni somos únicos, ni somos exclusivos y mucho me temo que no somos reserva moral de nada.
Verás, no somos únicos en cuanto a lo que hacemos, ni somos exclusivos en cuanto al ejercicio de competencias y disciplinas profesionales. Ni somos los mejores. Hoy en día, tratar de defender esa posición es tan inútil como tratar de mantener el mar entre las manos… se te va a escurrir, te vas a agotar y vas a perder una energía y un tiempo irrecuperable en una batalla perdida… y ya puedes intentar por todos los medios cogértela con papel de fumar que se te acabarán manchando las manos… (los puristas me generan cada vez tanta desconfianza como los laxistas).
Ahora bien, en lo que sí somos únicos es en nuestra manera de ser y de hacer, esto es, en los “cómo”. Cada día estoy más convencido de que lo que marca la diferencia son los “cómo” y no los “qué”…
…y cada día estoy más convencido de que observar “cómo” la cagan otros es una manera de constatar “cómo” la podemos cagar nosotros… si no la estamos cagando ya…
…así que mejor tomar nota.
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Todo el mundo
Vivimos en un contexto en el que criticamos que a la gente le gusta el postureo menos cuando yo postureo. En el que explícitamente alabamos la humildad y nos pavonemos de ello. En el que disfrutamos de la soledad y por eso necesitamos compartirla para llegar al máximo número de personas. En el que no nos gusta que se haga espectáculo de lo riguroso, salvo cuando nos ponen el foco…y nos ponemos a bailar….
…en el que nadie puede tirar la primera piedra, aunque ya no nos quepan piedras en la manos.
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…supongo que todo esto es inevitable. Me refiero a mirar alrededor, y no me parece mal, creo que es natural… somos intrínsecamente sociales… de hecho, aprendemos por observación desde que nacemos… copiarnos va en nuestro ADN…
…el problema quizás sea perder esa capacidad de aprendizaje al observarnos… de aprender de nosotros mismos observando a los demás, reconociendo, reconociéndonos… identificando lo que nos puede hacer avanzar en nosotros mismos… y lo que nos puede hacer descarrilar… admitiendo que nuestros referentes pueden ser quienes menos esperamos, quienes mejor nos hacen de espejo….
…así que quizás, en vez de matar al otro (por verlo como un delator de nuestra identidad) deberíamos estarle tremendamente agradecido… por darnos las pistas necesarias para seguir o abortar algún camino, algún modo o alguna manera con la que ‘no me veo’….
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…lo dicho, que cada uno le saque buen provecho a su paja…
…y no olvidemos que muchas veces, cuando pensamos en el otro… en cierto modo, estamos tocándonos a nosotros mismos…
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Ya estamos contando los días para vernos el Cádiz el próximo martes días 23 de octubre para hablar de Empleo, Marca Personal, Emprendimiento y Oportunidades Profesionales…
#EKCadiz18
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#EKCadiz18
Son tan,tan importante “los otros”,que sin ellos nos quedaríamos sin nosotros….y añado,es tan cruel la ceguera como triste sus aislantes consecuencias …..gracias David por hablar “algo”de un tema tan “TANTO”
Gracias a ti, amigo… por darle eco con tus pensamientos!
Un abrazo!
d.