Uno a la semana… y seguimos!

Entre las decisiones de las que estoy realmente contento y satisfecho, en el ámbito profesional, está precisamente la de escribir este blog y desarrollarlo. Reconozco que cuando escribí la primera entrada el 24 de octubre de 2013, ni de lejos pensé lo que este proyecto iba a suponer para mí.

Y fíjate, cuando te hablo de todo esto no estoy pensando en el número de lectores que pudiera tener, la relevancia de este espacio en la Blogosfera o los trabajos que haya podido cerrar gracias al Blog…

…primero, porque no creo que tenga un número de visitas elevado (ni es mi objetivo, aunque me encanta que me lean, la verdad); segundo, porque debido a la falta de un enfoque claro y definido en cuanto a la temática del Blog y a la falta de especialización del mismo el impacto es mínimo y disperso; y tercero, porque cada vez me resulta más complicado atribuir directamente determinados trabajos, colaboraciones, etc. al Blog, a mi presencia en las Redes Sociales o a los cauces más tradicionales y analógicos que son, sin duda, los más efectivos y los que me siguen dando más resultados (aunque estoy muy convencido de la importancia de combinar una y otra cosa).

A principio de año (suelo comenzar el curso en septiembre), y por segunda temporada consecutiva, me propuse escribir dos post a la semana. Objetivo cumplido. No voy a decir que me haya resultado sencillo, es más, en ocasiones ha sido un reto algo empinado.

He tenido semanas de mucho trabajo en las que además quería que sacar el post a pesar del ‘colapso’. En otras ocasiones he estado trabajando fuera (lejos y a veces con recursos limitados) en las también quería publicar el post correspondiente. Algunos días, a pesar de la lista de temas sobre los que escribir que me voy haciendo cada vez que me viene a la mente alguna idea, te confieso que no se me ocurría nada y ninguna de las cosas que tenía apuntadas me inspiraba en ese momento … o para que te voy engañar, en otros momentos no tenía ganas de escribir un post cuando había que escribirlo…

…lo único claro que he tenido en todos esos casos es que de una forma u otra el post salía, sí o sí…

…aunque visto así parece que tener un Blog lo vivo como una condena, nada más lejos de la realidad. Yo he decidido tenerlo, yo me he establecido el ritmo, las normas, el compromiso,… y todo ello por unas razones que me compensan el esfuerzo y que me satisfacen mucho más que todos los anteriores inconvenientes…

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Una comunidad de aprendizaje

Te decía antes que no era mi objetivo tener un número elevado de lectores, igual que te decía que me encantan que me lean… cuanto más mejor (aunque espero no hacerme viral por alguna gilipollez). Lo cierto es que tenga el número de lectores y lectoras que tenga, los que tengo… me encantan, la verdad.

Me gusta mucho la comunidad de aprendizaje que se genera alrededor de todo esto… gente que te lee, que comenta un post tuyo aquí o en las redes, gente a la que luego sigues y descubres sus blogs y sus propuestas, lo que comparten… gente a la que te enganchas, bien por el feedback que te dan, bien por lo mucho que aportan desde sus espacios. Gente que ya forma parte de tu proyecto, e incluso gente a la que terminas invitando a este blog para que participe con sus artículos.

Creo que este curso ha sido el más productivo en este sentido. Han sido unos meses tanto de escribir como de leer mucho (cada vez con más criterio y orden), de descubrir auténticos maestros y maestras virtuales, gente que comparte auténticas joyas cada semana y que te aportan un ‘aprendizaje informal’, siempre actualizado, que no tiene precio.

…para mí, no tiene sentido tener un blog propio si no te nutres de lo que hacen otros compañeros y compañeras. O esto sirve para generar conexiones o deja de perder gran parte de su razón de ser.

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Saber lo que sé

Otra cosa chulísima de mantener este proyecto vivo, semana a semana, es la posibilidad de descubrir muchas cosas de mí mismo que ‘no sabía que las sabía’ hasta que me las he leído. Puede sonar raro, pero es así.

Escribir un post requiere un momento de reflexión. Un ‘parar’ y focalizarse sobre el tema o la idea que quieres transmitir, trabajar los párrafos (a veces salen rápido y casi sin pensarlos, otras veces te quedas más atascado y tienes que darle una vuelta a las cosas), leer a otros profesionales, rescatar conocimientos que tenías aparcados en la memoria, en libros o en otros posts… en definitiva, trabajarte un contenido, sistematizar lo que sabes/piensas sobre algo.

Siento que este ejercicio me mantiene intelectualmente muy vivo, me modela profesionalmente, me actualiza conocimientos, procedimientos y me genera actitudes que me hacen crecer en todos los sentidos.

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Haciéndome el hábito

Otro de los aspectos más importantes para mí con respecto al Blog es el hecho de estar consolidando un hábito saludable y positivo. Lo pongo en gerundio porque creo que los hábitos hay que cuidarlos y mimarlos siempre (sobre todo los saludables, claro). Por mucha automaticidad que vaya generando un hábito, y por mucho que vivamos sus beneficios.

La autodisciplina para publicar dos post a la semana es más que necesaria, doy fe. Lo bueno es que la autodisciplina genera seguridad en uno mismo, y la seguridad en uno mismo (cuando es ecológica) genera seguridad en los demás… y la seguridad en los demás genera confianza, en todos los sentidos.

…realmente este es uno de los hábitos que más me están aportando personal y profesionalmente.

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Lo que vivo y lo que pienso

Por último, tener un blog en el que me permito  escribir de casi lo que me da la gana (admitiendo que esto va en menoscabo de la efectividad de un Blog profesional), tiene sus grandes ventajas.

Por un lado, este año he podido contar muchas de las cosas que he hecho, en las que he trabajado, incluso he creado algún contenido extra para alguna formación en la que he participado o alguna charla que he impartido. Como recurso didáctico, remitir a la gente al Blog y continuar el debate fuera del aula con este argumento no tiene precio.

También el que no sea un Blog técnico, por cuanto el 90% del mismo tiene que ver con lo que pienso sobre las cosas de las que escribo, me permite elaborar y desarrollar enfoque y opiniones propias… sin cortarme un pelo y aún a riesgo de caerme fuera del tiesto en alguna ocasión. Pero bueno, decir lo que piensas mola, la verdad.

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Recogiendo

Ahora, en este momento, me doy cuenta de que este año ha sido un buen año. He recogido mucho. Mucho. De mi blog y de otros blogs. De mi experiencia profesional, de lo que he hecho, de todo en lo que he trabajado, de los sitios en los que he estado… ha sido un año de andar mucho y recoger otro tanto…

Ahora necesito ordenar todo lo que he recogido. Para mí es un momento importante. Ahora toca sistematizar todo lo que he ido acumulando y darle una vuelta. Ahora, después de todo esto, es el momento de abordar algunos proyectos que llevan tiempo llamando a mi puerta y que van a requerir de mí mucho, mucho tiempo, mucha energía. Proyectos de los que sabrás cuando se hagan realidad. Proyectos que necesitan de toda la atención posible.

Por eso, en este mes de Julio paso de escribir dos artículos a la semana a escribir solo uno. Publicaré los lunes, hasta el mes de agosto en el que descansaré como el año pasado. Luego, en septiembre, vuelvo a la rutina de mis dos post por semana… los lunes y los jueves.

Dicen que si dices que sí a una cosa es porque le estás diciendo que no a otras. Ahora, toca decirle que sí al Blog, y decirle que sí a un tiempo que encierra retos importantes y que espero que sea de muy buen provecho.

Nos vemos el lunes.

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Procesos y Aprendizaje

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Imagen de domeckopol vía Pixabay